A tres días del megaevento astrológico. Así estamos, partiendo a La Serena –que de fiesta y repleta es poco– para ver el fenómeno de cuando la Luna cubre completamente la cara visible del Sol, proyectando su umbra a un territorio específico que, esta vez, tocó en gloria a la Región de Coquimbo. Plena sombra / minutos de noche en el día / imaginería apocalíptica / estallido emocional. Llámenlo como quieran, pero sepan que hace más de un año que empezaron los preparativos, la IV tiene feriado y al fin llega este 2 de julio y el eclipse solar total (aunque José Maza ya aclaró que es solo el 95%, porque el Sol es muy grande y siempre queda un anillo lumínico). Hordas de turistas cósmicos vamos de paseo chuay chuay y, como siempre, hay que comer para pasarlo bien.
Entonces, modo en camino sabemos de los clásicos de la Ruta 5 Norte como el Torofrut (km 80) con sus cazuelas, sánguches de lengua y un regio arrollado huaso para llevar. Entrando en la región pueden pasar a El Volante (km 197), en la entradita de Pichidangui, por el plato abundante, su buen pescado frito, locos mayo, por decir algunos.
Si se trata de producto marino fresco, imperdibles los ostiones vivos de la caletita de Tongoy, un chorrito de limón y el paraíso en la boca. Sí o sí las jaibas de Totoralillo, para comerse cientos de ellas, hervidas y con la mano, el más puro de los placeres. Por supuesto que el mercado de Coquimbo es el destino para los pescados de roca, el vasito de jaiba de pie, full piure, mariscal, conchas varias y esa preciosura llamada chocha, molusco univalvo, primo del loco, una pieza de carne blanda y carnosa exquisita que ruego esté regado de ellas para incluso traerme congeladas a Santiago. En el club de yates La Herradura está el restaurante Don Mario, que las tiene en su carta. Y ahí también está Las Carmona (La Ermita 80), con estupendas empanadas de pino y mariscos, más su famosa torta Napoleón, nuez y manjar a la vena para los dulzones.
Si va al valle del Elqui, a orilla de camino (km 24.5) están las chu-cabras, churrascas rellenas de queso de cabra, exquisitas. Después en Vicuña la heladería El Cobre (Gabriela Mistral 505), con gran repertorio del tipo pisco sour, pie de limón, otros frutales, lácteos y un de todo fresquito, rico. Al lado (en el 479) está el bar de la cervecería Guayacán, Bar Vicuña, que debiesen tener en llamas sus ediciones Eclipse, una de día (tropic ale de 4° con jugo de papaya natural), y la noche (imperial stout de 9°).
Hay harto más, claro está. El mejor bocado, sin duda, será el espectáculo del cosmos, la conexión del sistema solar, los astros jugando. Vamos por un día hiperdespejado.
La mansa luna. O la media luna diríamos aquí. Este eclipse se verá solo en partes de Chile y Argentina, así que ese cachito de masa de mantequilla dulce calza perfecto. Dulce Luna llegó en el 2003 y ya es una cadena en hartos malls. Siempre la de dulce de leche es un deleite. www.dulceluna.cl
Piscos eclipse. Los piscos de la zona no se quedaron atrás con el evento. Mistral lanzó Nobel Eclipse, extraañejado de 43.3°. Mal Paso también el suyo, de 35° de 1 litro, claramente el del carretero.
La transmisión. Esté donde esté, no se pierda el eclipse. Aquí empieza a las 15:23 horas. El total entre las 16:38 y las 16:40 h. Fin del fenómeno, 17:46 h. La página de eclipses de la NASA –búsquela así en Google– lo transmite en vivo. Sea testigo aunque sea de lejos.