Una visita al antiguo Hospital San José, ubicado a un costado del Cementerio General, me llevó a conocer un mundo nuevo y que tiene relación con la puesta en valor de los bienes culturales de la salud. El recorrido lo hice con Rincón Patrimonial Chileno, una dupla de expertos en el tema que realiza rutas a pie por diferentes lugares de Santiago.
En cuanto a este antiguo lazareto, fue construido entre los años 1841 y 1872, aproximadamente, y se destinó en un principio a atender a los enfermos de viruela, epidemia que azotó a los habitantes de Santiago. Más adelante el hospital acogió a los tuberculosos. Esta función la cumplió hasta mediados del siglo XX. Cuentan que hasta el día de hoy es posible ver la figura de dos monjas que deambulan por los pasillos del edificio. Se dice que son de las Hermanitas de la Caridad, orden que tuvo a su cargo el cuidado de los pacientes de enfermedades contagiosas que devastaron a la capital cuando aún no había cura ni vacunas para combatirlas.
Además se cuenta que en esos años fue tal el nivel de muertes que para no espantar más a la cabizbaja población se construyó un túnel que conectaba el hospital con el Cementerio General, aledaño al recinto.
Hoy, el antiguo hospital no funciona como tal desde 1999, fecha en que se construyó un nuevo edificio para atención general. De hecho, hoy el lugar alberga la sede de la Unidad de Patrimonio Cultural de la Salud, a cargo del ministerio de esa cartera.
Este inmueble es monumento histórico desde 1999, título que es otorgado por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN). El hospital puede ser visitado ya que se encuentra abierto a público. Sin embargo, para hacer un recorrido explicativo es necesario concertar una visita con anterioridad, como la llamada "Ruta de la Peste", actividad que se realiza periódicamente en el lugar.