Pet lamp
Una idea universal, con un ejemplo local. El proyecto inicial surgió en España, o más bien de la relación de un español con Colombia; vendrían luego Chile y Japón. PET Lamp parece ya tener vida propia y ser un respetado ciudadano del mundo.
Hace cuatro años, en una viaje del diseñador español Álvaro Catalán de Ocón a Colombia, surgió la idea de desarrollar un proyecto con artesanos locales. Ocón buscó la colaboración y les propuso trabajar con desechos de botellas PET, que contuvieran una lámpara de techo, un planteamiento sencillo que debía responder de un modo universal y transversal a una misma pregunta, en cualquier parte del mundo, sin necesidad de herramientas complejas ni un proceso industrial sofisticado. Los artesanos debían aportar su conocimiento, su tradicional manera de mezclar y escoger colores, de hilar y trabajar.
La experiencia PET Lamp partió en 2012 con indígenas de la zona del Cauca (Colombia), siguió con los creadores del mimbre chileno de Chimbarongo al año siguiente, para en 2014 llegar hasta África, en 2015 trabajar en Japón y regresar a Chile este año, en esta ocasión para desarrollar lámparas con artesanos del pueblo mapuche.
De este regreso, en gran medida son responsables dos mujeres, Verónica Posada y Paula Navarrete, de Si Studio.
“Con Álvaro Catalán de Ocón y el equipo PET Lamp nos conocimos en la Feria del Mueble de Milán durante 2013. Ellos exponían la primera versión PET Lamp realizada en Colombia en la Galería Rossana Orlandi. Paula y yo, como Si Studio, mostrábamos una colección de productos en Ventura Lambrate. A nosotras nos encantó el proyecto y a su vez ellos vieron nuestro valor como diseñadoras chilenas; y así comenzamos conversaciones estableciendo una sociedad que ya lleva 3 años funcionando”, así inicia su relato Verónica Posada, creadora de Si Studio, que por estos días junto a su socia Paula Navarrete están llenas de trabajo, proyectos y novedades además de felices mostrando en el Centro Cultural del Palacio La Moneda -hasta junio- lo que ha sido PET Lamp hasta ahora.
¿Cómo aterrizaron PET Lamp a Chile y cómo fue el trabajo con los artesanos locales? “Cuando volvimos de Milán llegamos directo a Chile a realizar una investigación en torno a las artesanías nacionales. Era algo con lo que siempre habíamos querido trabajar y esta era la oportunidad perfecta. Luego de probar con muchas artesanías escogimos el mimbre porque se integraba muy bien al tejido con la botella; además Chimbarongo nos parecía muy atractivo por su rica tradición en artesanía y con valores que creíamos importantes de rescatar ya que uno de los requisitos era hacer una colección que se diferenciara de la colombiana, que era especialmente muy colorida y con tejidos tupidos. El mimbre nos permitía crear estructuras más rígidas y nos inspiramos en diseños tradicionales como las típicas blondas de las paneras de mimbre. A su vez nos propusimos no usar ningún tipo de color y trabajar el material de forma natural, lo que hizo que la botella tomara un papel muy importante en el color y diseño, logrando un equilibrio entre la fibra y la botella. Después de varios meses de organizar el grupo de artesanos que trabajaría junto a nosotros y realizar muchos prototipos, Álvaro Catalán de Ocón y Enrique Romero de la Llana viajaron desde Madrid para realizar un workshop donde pulimos todos los detalles de diseño que hoy conforman la colección PET Lamp Chimbarongo.
En un comienzo fue difícil convencer a los artesanos de hacer algo diferente e integrar nuevos materiales a su trabajo, también que confiaran en que este sería un trabajo a largo plazo y constante; pero hoy están felices porque saben que son parte fundamental del equipo y por ello son muy profesionales”, recuerda Verónica.
Hoy PET Lamp está en un nuevo proceso, de hecho el puntal de lanza del proyecto de este 2016 es nuestro país, se ha comenzado a trabajar en una nueva colección realizada por un grupo de artesanas mapuches llamada Ñocha Malen, de la zona de Huentelolén. ”Con el apoyo de Forestal Mininco y la gestión de Claudia Hurtado, historiadora que ha trabajado para rescatar y dar fuerza a este grupo de artesanas, el proyecto PET Lamp Mapuche ha avanzado mucho en muy poco tiempo”.
El regreso del equipo madrileño no parece una simple cuestión de empatía; aunque reconocen se ha construido una amistad, la experiencia de la primera colección de PET Lamp colombiana fue un gran éxito en Europa pero no logró entrar en los países nórdicos, mientras que con Chimbarongo ese mercado se abrió exitosamente, cuentan las diseñadoras de Si Studio. “La artesanía chilena tiene un carácter elegante que se ve en la nobleza de los materiales y la sobriedad con que trabajan los artesanos. Como equipo de diseño, PET Lamp y Si Studio, nos hemos preocupado de rescatar su esencia y fundirla con valores estéticos y funcionales contemporáneos. Creemos que la fusión de todos estos elementos dan a la PET Lamp desarrollada en Chile un carácter especial y único que nos representa como país, y que es altamente valorada afuera”.
¿Cómo se proyecta esta colaboración entre Pet Lamp y Si Studio? “La colección PET Lamp Chimbarongo está en plena producción y la demanda sigue creciendo, por lo que esperamos que este sea un proyecto que se mantenga en el tiempo. Por otra parte, estamos muy contentas de la buena recepción que la PET Lamp Mapuche ha tenido en el extranjero. El equipo PET Lamp acaba de exhibirla en Milán durante la Semana del Mueble, junto a la colección Kyoto desarrollada en Japón. La recepción de ambas fue excelente y ahora se está organizando el panorama para hacerlas crecer y distribuirlas.
En términos generales PET Lamp sigue buscando expandir la técnica de tejer la botella con fibras naturales por artesanos alrededor del mundo, por lo que el proyecto tiene muchas sorpresas por delante”.
¿Cuál ha sido para ustedes el retorno de esta colaboración? La experiencia que hemos adquirido y el trabajo en equipo que se ha consolidado. Desde PET Lamp en Madrid, hasta los artesanos y artesanas que vemos tan comprometidos y realizados. Este proyecto nos ha mostrado una forma de trabajo sustentable y con un gran valor social que demuestra que las cosas se pueden hacer desde una arista más humana. Hemos aprendido mucho de este modelo de negocio, el cual ha marcado un precedente en la manera de trabajar que tenemos en Si Studio. Ahora estamos trabajando en varios proyectos en donde el trabajo con comunidades, el rescate del oficio y la tradición de lo local son elementos fundamentales para nosotras a la hora de diseñar”, puntualiza Paula Navarrete.
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