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Porcelana

Oriunda de China entre los siglos VII y VIII, la porcelana ha sido históricamente muy apreciada tanto en Oriente como Occidente, pasando un largo tiempo antes de que su modo de elaboración fuese reinventado en Europa.

Chinese tea pots balanced one different

Porcelana proviene del italiano 'porcella' o molusco, cuya concha es estimada en Oriente, por eso, cuando Marco Polo, a la vuelta de sus viajes, hizo alusión a la belleza de la porcelana china y a las preciosas conchas que se obtenían de esos mares, se produjo una confusión y la cerámica china se bautizó como porcelana. Hubo, desde su descubrimiento, numerosos intentos de imitarla; siendo uno de los más próximos el de Inglaterra: fina y ligera. Las cortes europeas se maravillaron por su combinación y dureza, despertando el interés por este material delicado y translúcido. Las primeras exportaciones a Europa fueron en el siglo XIV, y recién hacia el 1700 se descubre en Alemania la verdadera fórmula para fabricarla. El secreto: el tiempo y la temperatura de cocción. Europa se inundaba así de porcelana, ya sea por la instalación de fábricas, como también por la exportación de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales.


Tipos

La diferencia entre los distintos tipos cerámicos proviene de la naturaleza de la arcilla empleada, de la temperatura y de las técnicas de cocción. La diferencia entre loza y porcelana es que en la última se utiliza una arcilla pura, denominada caolín, a la que se le añaden fundente (feldespato) y un desengrasante (cuarzo o sílex). Son elementos duros, de color natural blanco o translúcido. Para que el producto se considere porcelana es necesario que sufra dos cocciones: la primera a una temperatura de entre 1.000 y 1.300 °C y la segunda más alta, pudiendo llegar a los 1.800 °C.

Sevrés, Limoges, Vincennes, Chelsea, Bristol, Liverpool, Caughley, Staffordshire, Capodimonte, Meissen, Verbano, Delft, Adro, De Meissen, Satsuma y Weedgwood son algunas de las marcas que surgen en esta época y que continúan hasta hoy.

Los consejos de María Jesús Covarrubias, de Casa Sinn.

- No exponer a cambios de temperatura muy fuertes, aun sabiendo que la porcelana resiste, y mucho.

- No utilizar en microondas.

- Restaurar porcelana no vale la pena, a no ser que sea un trocito pequeño. Nunca la porcelana reparada tendrá las mismas características.

- Se pueden lavar con agua fría o caliente. Lo que sí, hay que evitar usar la máquina de lavar platos con aquellos modelos que tienen pintura de metal (dorado de oro).

Para distinguir una porcelana fina:

La porcelana fina es blanca, rígida y duradera. La Bonne China posee cenizas de hueso que la blanquean y la hacen la más resistente de todas.

- Tiene un acabado de transparencia; si se observa a contraluz, la fina debiera ser translúcida.

- Cuando se golpea, el sonido es fuerte y ruidoso.

- Debe tener etiqueta y la marca grabada al reverso.

- Su brillo es duradero.

- Es liviana.

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