Foto: SUBPESCA

Dominga Huichalaf, pescadora de Niebla: Contra viento y marea

Si se habla de buena sierra ahumada valdiviana, seguramente será algo de lo que prepara Dominga, una de las primeras pescadoras de Valdivia, que a sus energéticos 48 años puede contar tranquila cómo dejó que fluyera lejos la marea social que no permitía mujeres en los botes. "Daban mala suerte, así que uno ayudaba y después se bajaba, solo los hombres iban para adentro", comenta ahora cuando tiene su propia embarcación, 'Mirta Elena III', su almacén de Ahumados Amuillán y hasta un restaurante, La Minga.

"Yo aprendí con mi papá y mi hermano. Nosotras las mujeres ayudábamos con las redes, lienzos, también salíamos a pescar por el río Cruces, de donde sacábamos róbalos. Después cuando se trataba de ir al mar, me dejaban abajo. Pero cuando enviudé en 2006 tuve que salir nomás. A mí me ayudó tener familia con barcos, pero me di cuenta de que no sirve solo con pescar, porque se depende de otros, y del mar, claro, así que había que darle un valor agregado y empecé preguntando, probando y haciendo. Después ya lo del restaurante fue para poder tener más tiempo en la casa con mi familia. Con el tiempo ha crecido la cantidad de pescadoras pero todavía no es fácil", comenta. Dominga en 2011 recibió un capital semilla, pudiendo abrir el almacén, donde con ahumador artesanal y maderas nativas prepara trozos de sierra y róbalo que vende ahí mismo y que entrega en otros locales, además esparciendo su sabor en distintas ferias del país. En 2017 recibió el premio Mujer Pescadora Emprende, haciendo no solo visible su labor y calidad, sino que dando el ejemplo.

FOTO: PARABERE

María Canabal, escritora y periodista francesa: "Es que no hay mujeres"

Eso suelen responder los muchos eventos y congresos gastronómicos en el mundo entero cuando se les confronta con la pregunta de por qué solo hay hombres entre sus ponentes o equipos de trabajo. En realidad eso pasa cuando María Canabal lo hace a viva voz, en los muros de Instagram, en reportajes, congresos, agotada de que el tema global de equidad o de un mundo 50/50 no se refleje en la gastronomía, creyendo justamente que no hay mujeres cocineras, agricultoras, emprendedoras, científicas, etc., de manera visible, como si realmente no existieran. Ahí partió ella creando una asociación sin fines de lucro hace más de 15 años, cuando vieron que el bullente espacio de restaurantes y congresos era un club de hombres que hablaba del mundo sostenible y más justo, pero sin incluir mujeres.

"Nos propusimos hacer una base de datos con el trabajo hecho por mujeres en todos los lugares. Juntamos 5.000 de 40 países y la enviábamos a todos estos eventos, universidades, competencias, etc. Cada vez que alguien dijera que no había mujeres en el rubro, ahora vamos en más de 6.000 y de 60 países. Eso dio pie para que levantáramos Parabere Forum, un congreso que hablara de toda esta nueva mirada y vieja realidad, celebrando la sexta versión consecutiva en Italia este marzo de 2020, y en el anterior en Oslo estrenamos nuestro primer ensayo: "Cocinando un mejor futuro alimentario, una mirada de mujer", que reúne a las 100 voces femeninas más influyentes del mundo gastronómico respondiendo la pregunta: ¿Cómo las mujeres podemos cambiar el futuro de la alimentación? En paralelo lanzamos la app Parabere, una guía gourmet con hasta ahora seis ciudades, llenas de panaderías, restaurantes, negocios, etc., con dueñas o liderados por mujeres para tener en cuenta en tus destinos", cuenta desde París, agregando que están superilusionadas porque fueron nominadas por el Gourmand World Cookbook Award como mejor app mundial y porque las llamaron desde el famoso e internacional restaurante Eatly preguntando por mujeres latinas para hacer una cena con ellas. parabereforum.com

FOTO: SANYIN WU

Karissa Becerra, cocinera peruana: "No somos robots, somos humanos"

En eso cree La Revolución, una asociación civil peruana creada por Karissa Becerra hace cinco años con el fin de educar y crear consumidores conscientes que den importancia a la calidad de los productos, haciéndolos masivos e influyendo en el sistema alimentario. Una tarea no menor que partió haciendo talleres de cocina y de percepciones sensoriales para niños y que hoy está en plena mudanza a un espacio más grande; asociados con Concytec (Consejo de Ciencia y Tecnología de Perú) para llegar a los colegios estatales con programas y materiales de cocina y ciencia; la creación de materiales pedagógicos de educación alimentaria y a Karissa a cargo del Programa de Gastronomía de la Universidad Católica, convocada por Gastón Acurio para conceptualizar el rumbo y contenido de la carrera.

"Nosotros partimos enfocándonos en niños, clases y materiales para ellos. Necesitábamos ampliar cómo se entendía la comida, qué se pedía y qué se buscaba. Para eso hicimos talleres con clases de percepción, cultivo, lenguaje de comida. Luego empezamos a crear materiales, desde libros que enseñaban de productos a otros de cuentos con comida, también creamos unas cajas con chocolates de distintos orígenes de Perú, con alta concentración de cacao y en la porción justa para que un niño se coma uno al día, aprendiendo no solo que es un alimento nutritivo sino que ampliando el gusto de su paladar y de registro de sabores. Seguimos con calendarios y la eterna lucha de conseguir fondos que nos permitieran llegar a más gente. Y en eso nos ayudó entrar en la Universidad, para entender cómo la cocina es una actividad transversal a otras disciplinas, y eso es necesario aprenderlo tanto en niños, cuando les muestras la química de los alimentos, por ejemplo, como en un estudiante, que será padre, que educará a hijos y a comensales. Nosotros queremos seres humanos comiendo, no robots que no eligen y que también ignoran lo que hace o no una comida".

La unión con Concytec ha sido una de sus grandes alegrías y logros. La primera vez que ven realmente llegar a más gente con su educación y propia revolución, metiéndola en el currículo de primaria en los colegios estatales, haciendo una exhibición itinerante para todos los colegios de ciencia y cocina, incluyendo el cómo dar los cursos, con sesiones en internet para que los maestros puedan ejecutarlas. Toda una cadena que comienza a tomar forma acercándose a su fin, que es cambiar el sistema alimentario. larevolucion.org