En 1908, Herbert Johnson, un ingeniero, inventó  la batidora Stand Mixer, para mezclar masa. En 1915 salieron a la venta unas 80 mezcladoras pensadas para panaderías; de hecho, muchos de los buques que se fabricaron en la época fueron equipados con esta línea.

Pasaron apenas cuatro años y esa idea soñadora de que las máquinas algún día nos reemplazarían, llevó a otro nivel el trabajo de Johnson. La escala se adecuó y la máquina procesadora encontró espacio en los mesones de cocina. Se creó en ese momento la marca KitchenAid, porque era la 'mejor ayuda que se podía tener en la cocina': un 'preparador' de alimentos de uso hogareño. Un objeto útil y sencillo, pero con la potencia de las máquinas de trabajo y diseño aerodinámico.

Una de las cualidades de la Stand Mixer y que la diferencia del resto de las que se inventaron hasta hoy, es que su sistema es 'planetario', es decir, su batidor no es estático y tiene una serie de movimientos que pueden llevar a cabo diversas preparaciones, con diferentes consistencias, y por lo mismo siempre ha sido la preferida por expertos gourmet del mundo.

en chile

. Próximamente se inaugurará la tienda KitchenAid en Nueva Costanera 3950.

Las innovaciones y que acercaron ese modelo inicial a lo que es hoy, vinieron a partir de 1936 con Egmont Ahrens, quien proyectó tres modelos diferentes de batidoras. Surgía en esa época, además, un  innovador concepto de venta: una fuerza de venta compuesta principalmente por mujeres que ofrecían demostraciones de su práctico y sencillo manejo. Este sistema fue el que finalmente masificó y popularizó este verdadero ícono del diseño industrial.