COMO ANTES
El pasado tiene cosas excelentes y una es el uso de lo que la naturaleza provee para cubrir nuestras necesidades.
Belén Villavicencio Astete es una experta en estas lides y gracias a su ayuda aquí daremos algunas ideas para aprovechar lo que la tierra da y que hoy usaremos para teñir textiles. “Durante mis años de estudio y como profesional mi pasión siempre ha sido el diseño textil, especialmente el diseño de estampado, técnicas de teñido y tejidos. Por ello decidí viajar a Malasia e Indonesia para aprender y experimentar de forma vivencial las ancestrales técnicas textiles (...)”. Según Belén, se puede teñir con cualquier cosa, desde raíces, hojas, tallos, frutos y flores. “Para comprobar si sirve lo que quieres usar para teñir, simplemente tienes que dejar el material en un contenedor de vidrio con agua caliente durante varias horas, y si desprende color, es por que tiene capacidad tintórea”.
En esta ocasión ocuparemos betarraga, cáscara de cebolla y cuescos de palta. La cantidad de vegetal en relación con el textil a colorear es 3:1, es decir, tres kilos de vegetal por un kilo de material textil.
Existen varias recetas de teñido natural. En ellas se utilizan los mordientes, que son químicos auxiliares, para poder fijar y/o modificar el color del material orgánico en la fibra, entre ellos están: piedra alumbre (se encuentra en farmacias antiguas), sulfato de fierro (se encuentra en ferreterías como abono para flores), ácido acético (vinagre blanco) y otros más. Ellos pueden ser usados durante el baño de coloración, previo o posterior a este. En este caso lo vamos a usar en el mismo proceso de teñido.
Si vas a teñir lana o seda se recomienda no alcanzar los 100 C (máx. 85 C) durante el proceso de teñido, ya que la fibra se puede poner áspera y puede perder brillo.
PARA TEÑIR:
Las cantidades son:
- Piedra alumbre: 20 g x cada 100 g de fibra textil. Tienden a resultar colores más brillantes.
- Sulfato de fierro: 2 g x cada 100 g de fibra textil. Los colores tienden a oscurecerse.
- Sólo se puede ocupar para teñir fibras naturales de origen vegetal como el algodón y lino, y fibras proteicas como la seda y lana.
Proceso de extracción de color:
1. Dejar el material para teñir en remojo con abundante agua durante la noche en un olla (de preferencia de acero inoxidable).
2. Al día siguiente hervir el material por una hora.
3. Dejar reposar y al día siguiente colar el material orgánico.
4. ¡Listo el tinte para usar!
Proceso de teñido:
1. Lavar previamente la tela para quitar el apresto que viene de la industria textil y otros residuos.
2. Poner en la olla el tinte al fuego, pesar el mordiente a elección y agregarlo al baño de color.
3. Esperar que se disuelva completamente.
4. Agregar la tela o lana previamente mojada en agua (de esta forma te asegurarás de que se tiña parejo).
5. Dejar hervir por una hora.
6. Dejar el material textil en la olla hasta que se enfríe completamente (si quieres puedes dejarlo de un día para otro para que el color sea más intenso).
7. Enjuagar el material con agua y dejar secar bajo sombra.
Puedes reutilizar la materia prima para un nuevo uso dejándola secar. También puedes ocupar nuevamente el tinte ya hecho guardándolo en contenedores de vidrio y bajo sombra en un lugar seco. Es recomendable dejar la olla y los utensilios que uses para teñir solo para ese fin y no para la cocina.