En varios países de Asia tienen la costumbre de regalar y poner en todas partes mandarinas y naranjas para el Año Nuevo Lunar o Año Nuevo Chino principalmente. Dicen que es porque la palabra 'suerte' suena a la de mandarina y 'bienestar', a la naranja en ese idioma. De ahí que simbolicen buenos deseos, prosperidad, felicidad. Agregan que se parece al color del oro, así que incluyen riqueza. Yo quiero todo eso para el 2018. Las voy a poner en mi mesa y en el menú para comer mañana. No tenemos mandarinas en esta época, pero las naranjas están buenas y se pueden hacer varias cosas ricas con ellas. Tentémonos.

Aliño. Cítrico y dulzón. Juguito mezclado con un poco de salsa de soya, aceite de oliva, de sésamo, un toque de mostaza Dijon, menta, albahaca, cilantro. Perfecto para una ensalada verde, un roast beef, pavo frío, pescado crudo.

Ensalada. De entrada, acompañamiento, aperitivo. Sirve para todo. Una fuente plana cubierta de rodajas de naranja pelada, un poco más que finas. Arriba cebolla morada en pluma delgada, trozos de aceituna negra (ideal tipo griega), aceite de oliva, sal y pimienta. Pueden agregar trocitos de ají rojo fresco, albahaca en tiritas o filetes de anchoa. Ahí sí que queda la bomba.

¿Postre? Un helado de naranja. Si le gusta hacerlo, adelante. Yo lo compro. Una bolita arriba de algo de chocolate, con fruta, etc. Una vez comí en el 99 Restaurante un trozo de naranja con aceite de oliva potente, merkén y sal. Delicioso si no es de helados.

Trago. Todo dice Mimosa. Espumante bien helado, jugo recién exprimido también frío. Los sin alcohol, un poco de tónica con jugo, hoja de menta, harto hielo o ginger beer. Un jugo con frutilla y naranja también. Es domingo, levantada tarde, brindis desde temprano con todos los presentes. Llega el 2018, salud y abundancia para todos.