Hoy quedamos boquiabiertos con este proyecto, que comenzó tímido, hace años, y hoy se consagra como EL lugar de cowork y convergencia social en Puerto Varas.
Ubicado en el centro de la ciudad, tres parejas de amigos unieron fuerzas y levantaron la Casona 879; más bien le vieron su encanto, una vieja casa típica de la zona construida en los años veinte, con tejuelas de alerce en su fachada y esa magnificencia sureña que tanto anhelamos los que vivimos en la capital.
Hoy es un lugar de paz que además ha reinventado y revivido el barrio, y llegó a satisfacer la alta demanda (y necesidad) de muchos emprendedores instalados en la zona que no sabían dónde ni cómo ni con quién desarrollar sus actividades laborales.
Aquí hay buena onda y relajo, mientras afuera llueve adentro se siente una sonrisa. Tiene, además, un lindo café de especialidad (tuestan su café ahí mismo) y un área común aledaña al café para instalarse a trabajar o bien leer una revista mientras el café endulza el cuerpo.
Conservaron sus pisos de laurel, sus ventanas de alerce y su revestimiento de tejuelas del mismo material. Tiene 500 m², un piso zócalo más dos pisos superiores. Cuenta con diez espacios de trabajo, dos salas para taller, un comedor, cocina y espacios comunes para reunión. "La fachada la dejamos igual, solo instalamos un letrero. Pintamos los recintos, arreglamos los baños y la cocina. Cambiamos cosas estructurales de la casa con carpinteros y maestros locales. Arreglamos todo el sistema eléctrico, le pusimos radiadores a toda la casa, se aislaron los espacios para la temperatura y el ruido y se arreglaron las ventanas", detalla una de sus socias fundadoras, Josefina Almeida.
También aquí se hacen talleres de oficios y actividades locales, cocina y artes. @casona879
[gallery link="file" ids="50915,50917,50918,50919,50920,50921,50925,50923"]