Nos encanta la madera, mmm... su olor, trabajar con las manos, esa textura amable que vuelve cálido cualquier espacio. Pero –gran pero–, ¿cómo trabajarla, qué comprar para hacernos una mesa?, ¿cómo sé si me están vendiendo roble o raulí? Dos profesores de carpintería, Alejandro Ávalos y Cristián Parragué, nos dan una mano para sumergirnos en el mundo de mañíos y pinos, serruchos y tarugos.
Los tips de Alejandro: Maderas nativas
(Contacto: +569 88139 147 @Clases_de_carpinteria)
Alejandro Ávalos es profesor en pedagogía Waldorf del colegio Rudolf Steiner y desde hace años da clases de carpintería en su taller en la Comunidad Ecológica de Peñalolén, para niños y adultos, ($80.000 mensual). Puedes llevar tu propio proyecto y trabajarlo ahí, entre los árboles y a los pies de la cordillera. Él da los siguientes tips:
¿Cómo reconocer si la madera está húmeda o lista para ser trabajada? Generalmente por el peso, si está muy pesada, usualmente va a ser por líquido o humedad. Por ejemplo, el álamo es flexible, una tabla es como un pedazo de plumavit, pero si está húmedo o mojado es pesadísimo. Es diferente con las maderas rojas, que son pesadas de por sí, un raulí, coigüe o roble. Las de mañío, el alerce, la lenga, por ejemplo, se guardan en barro en el sur, luego las sacan a los 4, 5 meses y las trabajan. Son extremadamente densas, pero maravillosamente buenas.
¿Cuáles son las más comunes, las más usadas? Roble, mañío, coigüe, raulí, lenga son las comunes; guindo, pino oregón nacional, pino radiata y nogal.
1 + 2 + 3 = UN PISO PARA LA CASA
Medidas
Materiales
1 tabla de 90 cm de largo x 23 cm x 1′' cortada en:
2 pedazos de 27 cm de largo
1 pedazo de 33 cm de largo
1 pedazo de listón de 1'' x 2' 'x 33 cm
5 tarugos de 8 mm
5 tornillos de rosca para vulcanita de 1 y 1/2'' o 2 ''
Cola fría
1 serrucho (ni viejo ni oxidado. De dientes más pequeños para que no se astille la madera).
1 escuadra para hacer los cortes rectos
1 huincha de medir
1 taladro
1 broca de 8 mm y una de 3 mm
Lápiz y goma de borrar
1. Corta
1. Del pedazo de 90 cm de largo corta 2 piezas de 27 cm para los costados y 1 de 33 cm de largo para el asiento.
2. Corta un listón de 33 cm de largo que será el travesaño que une las patas y refuerza la estructura.
3. Marca el centro de cada una de las patas y proyecta desde ahí un triángulo de unos 12 cm de base que cortarás para dar forma a las patas.
4. En el otro extremo corta desde el centro un rectángulo del alto y espesor de tu trozo de travesaño para encajarlo.
2. Perfora y ensambla
1. Con todos los cortes hechos, ensambla las partes encajando el travesaño en ambas patas. Utiliza una maza o la mano para no marcar la madera.
2. Con la broca de 8 mm haz 5 orificios de 5 mm de profundidad para que las cabezas de los tornillos puedan entrar y quedar avellanadas. En el mismo orificio inserta la broca de 3 mm hasta una profundidad del largo del tornillo.
Los orificios van: 1 al centro del asiento y 2 en cada pata a 4 cm del borde.
3. Pega y atornilla
1. Pon cola fría en las superficies de contacto, es decir, los costados y el listón que se juntan con el asiento. Pégalos.
2. Pon los tornillos en sus orificios. Quedarán más abajo de la superficie.
3. Si quieres una mejor terminación, remata con cabezas de tarugos los orificios que esconden los tornillos.
4. Puedes lijar todo y darle una mano de pintura para obtener un trabajo
más acabado.
Revisa el paso a paso:
Cristián Parragué, licenciado en artes plásticas de la PUC, dicta el taller de carpintería en Casa de Oficios. Él fabricó para MásDeco este piso multiuso fácil y bonito. Te tomará entre 2 y 3 horas hacerlo, grado de dificultad: 1.
Talleres: www.casadeoficios.cl
Los tips de Cristián:
- Si compras pino radiata en tiendas, pide "madera seca y derecha" MSD, tiene pintado un lado concho de vino, generalmente viene con un lado cepillado. Si compras la de borde naranjo, "seca y cepillada", tendrás que buscar una tabla bien derecha, suelen estar chuecas y tienen menos milímetros de ancho al estar cepilladas.
- Busca tablas del centro del pino (se ve el nudo central), da más estabilidad, no se va a enchuecar hacia los lados.
- Para aserruchar no hay que hacer fuerza si no se traba el serrucho. Marca con el lápiz la línea donde cortarás y usa el pulgar flectado como apoyo, sirve de guía para que se mantenga recto el corte.
- Usa prensas si las tienes para sujetar la madera y corta siempre en paralelo al mesón donde te apoyas.
- Si la madera está demasiado húmeda puedes cortar más horizontal; si está bien seca, puedes poner el serrucho más vertical.
ABC Nativas (Alejandro Ávalos)
Guindo. Dependiendo del espesor se puede hacer una gran mesa de comedor, por ejemplo, en una reminiscencia a la encina antigua. Tiene vetas verdes notorias, preciosas, que al lijarlas disminuyen un poco. Madera dura, de mucha resistencia en cuanto a peso, sirve también para marcos de puertas como las antiguas que aún se encuentran en el Sur.
Pimiento. Extremadamente liviana, blanda, sirve para hacer fuentes, objetos decorativos chicos. De veta café muy oscura, el resto es blanquizco. Tiene mucho aire, extremadamente liviana, fácil de tallar, parecida al avellano en ese sentido.
Ciprés. Para usos múltiples, suelos, bancas, postes, puertas, mesas. Una de las buenas maderas que hay en nuestro país. Al lijarlo su olor es característico. Tiene 3 tipos de veta, una rosada tirada al rojo, dependiendo donde haya nacido, luego una más amarillenta y luego una doble, eso lo caracteriza mucho.
Pino radiata. Si cortas un pino radiata en verde y lo sometes a las pruebas de compresión se rompe inmediatamente. Hay que fijarse que tenga mucha veta y poco nudo. Sirve para cosas simples, como frentes de cajón.
Raulí. La veta es absolutamente roja. Depende del árbol si es más abierta o densa, pero nunca tan tupida como el mañío. Muy estable, de muy buena resistencia. Bellísima con los diferentes tipos de barnices, aceites, selladores, etc. Se usa mucho en mueblería y también en objetos porque acepta muy bien los aceites.
Mañío. Madera vetada preciosa, de líneas muy claras y típicas, se usa mucho en ventanales en el sur porque no le pasa nada con el agua. Se usa para platos, balaustras. La veta es muy tupida y tiende al amarillo verde.
Roble. Puede ser desde blanquizco hasta un rojo muy parecido al raulí. El hualle es en Chile el roble joven, de madera más blanda y amarillenta que el pellín, el roble más viejo, de madera dura y rojiza. Al vaporizado (muestra) en cámara al vacío se le aplica aire caliente y suelta toda el agua que podría haber tenido. No es muy natural el proceso, pero es bonito y tiene buen precio.
Alerce. Se usa en tejas porque es impermeable al agua, no necesita protección, ni aceite ni barniz. Tiene una veta de un rojo fuerte y el resto es prácticamente rosado, que se acentúa al lijarlo. Es muy escaso y caro.
Coigüe. Es por excelencia para mueblería, fácil de trabajar, liviana pero muy resistente. Va desde el rosado a una veta con manchas amarillas irregulares. El coigüe tiene 3 tipos de amarillos: uno muy claro, uno cafesoso y uno fuerte, de manchitas.
Nogal. Muy típico en muebles antiguos, cómodas, clósets, de vetas muy marcadas de color negro y líneas negras –a veces– al centro de vetas oscuras que la atraviesan de lado a lado. Muy clásico.
Pino oregón nacional. Se ha puesto de moda en pérgolas, treillages y pilares. No es muy buena, se raja fácilmente, astillosa. Su parte rosada es muy dura, pero la siguiente veta amarilla es blanda, por eso no es buena para construcción o resistencia. Si ves un pilar de 4x4 seguramente se habrá rajado.