Umé Studio / 2020

¿Cómo repensar una pieza tradicional japonesa y reintroducirla en un modo moderno? Esa es la pregunta, el punto de partida de este inusual sofá creado por el estudio de diseño con base en California Umé. El zabutón es el cojín o colchoneta que se usa sobre el tatami, la base de madera, que en este caso muta a la estructura de un sofá de mil posibilidades.

“El resultado es una experiencia que combina lo muy íntimo, bajo, simple y poco ostentoso de la calidad de los artículos tradicionales japoneses con el aspecto social muy generoso de los sofás modernos”, explican.

Por un lado, se nutre de la rica tradición artesana japonesa. Takaokaya, hacedor de futones de Kyoto con más de mil años de oficio, fue la firma encargada de hacer los suaves cojines de algodón. Y para la madera utilizaron arce de Oakland, California, donde trabajan los fundadores de Umé: Mei-Lan Tan y Victor Lefebvre.

El principio es genial: a la base de madera de arce, limpia, plana y desnuda, se le pueden montar diferentes módulos trapezoides también de la misma madera, que hacen las veces de respaldo, separador, mesita o apoyabrazos. Es imposible aburrirse, tiene tantas opciones. Puedes ocupar solo la mitad como asiento y la otra dejarla para tus plantas; hacer un solo gran sofá donde caben todos. Dividirlo en dos, cada uno en su lado, para tener más independencia del compañero, o poner el módulo mesita al medio para compartir una taza de té o una bebida.

Lo atractivo de Zabuton es que nos devuelve el acto simple y suelto de sentarnos en el suelo, sin posturas acartonadas, libres, pero sumando el confort de un sillón.

Probablemente tiene que ver con la filosofía del estudio, porque no se trata solo de sentarse y de un sofá. "Nuestra producción no es de productos, sino de historias.

"Los productos son cosas que compramos y desechamos, las historias se guardan y aprecian. Creemos que de esta manera el diseño se ancla en el tiempo.

“Y así es como un objeto se convierte en un ritual”.

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