¿Por qué las guerras nunca se terminan? No es por la naturaleza violenta del ser humano ni por el individualismo cada vez más creciente en los valores de nuestra sociedad. Es simplemente porque es un excelente negocio.
Si no me creen, pregúntenle a Activision. la compañía de videojuegos que este año obtuvo no solo al juego más vendido del año en el competitivo mercado de Estados Unidos sino que también al segundo juego más vendido. Juegos que comparten no solo a su compañía madre sino que también un género en especial: ambos son First Person Shooters y ambos nos ponen en medio de un campo de guerra.
Como era de esperarse, y como ya viene pasando hace nueve años, Call of Duty: WW2 reinó como el juego más vendido en Norteamérica, basado en las ganancias generadas por el título. A nivel global, el título que devuelve a la franquicia a sus orígenes con una historia basada en la Segunda Guerra Mundial lleva acumulados mil millones de dólares en ventas, en tan solo un mes.
Pero si la Segunda Guerra Mundial sigue siendo lucrativa, Destiny 2 demuestra que los conflictos espaciales también lo pueden ser. El Shooter de ciencia ficción se convirtió en el segundo juego más vendido del año en consolas y en el mayor lanzamiento en PC en la historia de Activision, aunque sabemos que en PC hay un solo ganador este año y su nombre es PUBG. De todas formas, una gran demostración de que aunque las críticas sigan diciendo que Activision se la pasa tocando la misma tecla cada año, es una tecla que el público quiere que siga sonando.