Durante 2016 Adidas anunció con bombos y platillos que abriría una fábrica automatizada con robots que se encargaría de hacer algunas de sus zapatillas en Alemania. Posteriormente, en 2017, la empresa dio a entender que su plan estaba marchado bien y anunció que también abriría una de las denominadas "Speedfactories" en Estados Unidos. Todo con el afán de disminuir su dependencia de la industria asiática.
Sin embargo, a tres años de la inauguración de la primera Speedfactory, la empresa informó que cerrará la puerta de ambas plantas.
Según recoge Reuters, la compañía de ropa deportiva no entregó razones para explicar el cierre de esas instalaciones ubicadas en la ciudad alemana de Ansbach y en Atlanta, Estados Unidos. No obstante, los altos costos de producción que habría acarreado este modelo serían una de las causas principales de la determinación.
Pese a que Adidas mantiene en reserva las razones del fracaso de este proyecto, desde TechCrunch explican que el costo de producción de las fábricas resultó ser más de lo esperado por la empresa por todo lo que implica su mantenimiento.
De acuerdo al medio, ambas fábricas eran operadas por una compañía alemana llamada Oechsler que contaba con 160 personas para mantener las máquinas, cuidando desde la configuración de los brazos robóticos hasta los sistemas de visión por computadora. Lo que por supuesto requiere un cocimiento técnico y tiempo para su ejecución.
Así, contar con las máquinas sería más complicado que fabricar zapatillas por los métodos tradicionales ya que, por ejemplo, sería mucho más difícil configurar a las máquinas para fabricar adecuadamente un modelo distinto.
En ese sentido, Martin Shankland, jefe de operaciones globales de Adidas, le comentó a Reuters que las fábricas habían ayudado a la compañía a mejorar su experiencia de fabricación, pero que optará por aplicar eso volviendo a sus antiguos proveedores porque es "más flexible y económico".
Así, Adidas volverá a Asia- específicamente a China y Vietnam- la producción de calzado que había realizado en esas fábricas.
Cuando Adidas comenzó a impulsar la idea de las "Speedfactories" su principal propósito era dejar de depender del mercado asiático porque si bien este ofrece un bajo costo económico (muchas veces a costa de malas condiciones laborales), también representa un factor de riesgo ante las políticas internacionales.
En esa línea, Adidas también pretendía que sus fábricas con robots la ayudaran a realizar entregas más rápidas de sus productos en los principales mercados y contrarrestar elementos como aumento de los salarios en Asia y mayores costos de envío.
De hecho, la empresa incluso aspiraba a formar una red global de "Speedfactories". Algo que ya no sucederá por lo menos en el corto plazo.