Aftermath representa el mejor momento para subirse al carro de Mortal Kombat 11
Durante las últimas semanas ha estado disponible la actualización y la expansión que nos entregan a la versión definitiva del videojuego.
Por un lado, la posibilidad de enfrentar a un personaje como el T-800 de Terminator con la nueva adición del gran Murphy de Robocop, en el escenario de violencia y fatalities de Mortal Kombat, representa un absurdo escenario.
Pero, al mismo tiempo, también es una posibilidad que agradezco completamente, al ser fan de ambos personajes, pues es algo que solo permite la franquicia que fue creada hace casi 30 años por Ed Boon y John Tobias.
De ahí que Mortal Kombat 11: Aftermath, la expansión que fue lanzada hace un par de semanas, en primer lugar cumple con la promesa de agregar tres nuevos luchadores, incluidos el versátil Fujin, la potente Sheeva y el “papero” Robocop. Los tres extienden las posibilidades de este videojuego que pulió muy bien los avances que ya se habían hecho tanto en MK 9 como en MK X para rectificar la ruta de la franquicia.
Sin embargo, más allá del plus que es sumar una mayor variedad de personajes, aprenderse nuevos movimientos o ejecutar nuevos fatalities, incluyendo uno en el que entra en acción el “Ed-209”, el mayor gancho de esta expansión radica en la posibilidad de agregar capítulos adicionales a su historia que se pensaba concluida luego de que Liu Kang logró derrotar a Kronika.
Centrándose solo en ese factor de historia, la expansión de Mortal Kombat 11: Aftermath entrega alrededor de tres horas adicionales de contenido, profundizando en los conceptos de líneas temporales ya conocidos, para darle el foco al traicionero Shang Tsung, con toda la semblanza y voz del actor Cary Hiroyuki Tagawa.
Lo mejor de aquello es que cada momento del hechicero roba almas es un goce para todo fan de la franquicia, quienes obviamente desde el minuto 1 tienen claro que el clásico villano no es de confiar.
Al mismo tiempo, personajes como Fujin y Nightwolf también toman el relevo para acompañar a la historia principal, que gira en torno a la corona de Kronika y un intento final para rectificar todo, incluyendo resurrecciones, traiciones y nuevos enfrentamientos que, como ya pasaba previamente, siguen mezclado bastante bien al componente cinemático con las propias peleas.
De ahí que, de principio a fin, estos capítulos representan una adición que solo suma para la experiencia de vigorizar al videojuego que fue lanzado el año pasado.
Aún así, si no están dispuestos a desembolsar la alta suma de dinero que implica acceder a estos nuevos episodios de historia o utilizar a los tres nuevos personajes, cada uno teniendo sus propias características que los diferencian de todos los otros combatientes ya lanzados, esta actualización también tiene un componente gratuito no menor que extiende la vida del videojuego y que se convierte en un escenario ideal para subirse al carro de los fatalities si aún no lo han hecho.
Mal que mal, ahora hay nuevos niveles y sus respectivos fatalities, cambios para mejorar el balance de las peleas e inclusive los benditos friendships que convocan a remorar los tiempos en que Mortal Komat no solo te invitaba a concluir las peleas convirtiendo a los rivales en un puré sangriento.
Son esas adiciones las que finalmente permiten que el videojuego finalmente se sienta “kompleto”. Y más allá de los lastres que siempre representan los DLC por su costo adicional, Aftermath es una buena actualización que nos entrega al Mortal Kombat 11 definitivo en toda su regla. Así es que elijan su destino y unánse a las torres.
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