Allison Mack pasará los próximos años de su vida en prisión. Si bien durante el fin de semana se reveló que la actriz conocida por interpretar a Chloe Sullivan en Smallville pretendía evitar un paso por la cárcel a raíz de su cooperación con la investigación sobre la secta de tráfico sexual donde participó, este martes la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York dictaminó otra cosa.

Así, según recoge un tweet de la propia Oficina, Mack finalmente fue condenada a tres años de prisión por su papel en el caso Nxivm. Todo mientras deberá pagar una multa de $20 mil dólares.

Mack fue condenada por cargos de tráfico sexual, conspiración de tráfico sexual y conspiración de trabajo forzado por su participación en NXIVM, un culto comandado por un sujeto llamado Keith Raniere y quien previamente había sido sentenciado a 120 años de prisión tras ser declarado culpable de cargos como explotación sexual de menores, conspiración de tráfico sexual, conspiración de trabajo forzado, conspiración de extorsión y conspiración de fraude electrónico, entre otros.

La actriz tenía un papel importante en NXIVM, un culto que por años se presentó como una organización que pretendía ayudar a las personas a mejorar pero cuyas actividades en realidad tenían un tinte completamente distinto e involucraban distintos maltratos.

Mack fue arrestada en 2018 junto a Raniere y en 2019 se declaró culpable de los cargos en su contra. No obstante, su sentencia no llegó al máximo que se estimaba.

De hecho, Variety explica que aunque Mack podría haber recibido una sentencia entre 14 y 17 años y medio de cárcel, pero la Oficina del Fiscal de los Estados Unidos para el Distrito Este de Nueva York recomendó indulgencia con ella por su cooperación en la investigación sobre Raniere.

Mack actualmente tiene 38 años y, según recoge AP, durante el juicio ella y su defensa plantearon que también habría sido influenciada negativamente por Raniere. “Tomé decisiones de las que me arrepentiré para siempre“, señaló la actriz antes de indicar que sentía “remordimiento y culpa”.

No obstante, las personas que fueron afectadas por sus acciones insisten en que Mack está lejos de ser inocente.

“Ella puede culpar a Keith todo lo que quiera, pero es un monstruo cortado por la misma tela. Allison Mack es una depredadora y un ser humano malvado”, declaró Jessica Joan, una de las víctima de NXIVM.