Desde el 5 de mayo, la Play Store de Android aplicará una actualización a sus políticas de privacidad que impedirá que las apps soliciten el listado de aplicaciones instaladas en el dispositivo.
Hasta ahora es común que al instalar una aplicación esta solicite una serie de autorizaciones para acceder sistemas del dispositivo necesarios para su funcionamiento.
Sin embargo, también era común que estas accedieran a un listado de aplicaciones instaladas en el dispositivo, lo que se prestaba para abusos de privacidad, como por ejemplo que esa información fuera vendida a empresas de análisis de datos.
Ahora, las nuevas condiciones para los desarrolladores impedirá acceder a esta autorización a menos que se trate de aplicaciones de transacciones financieras porque se entiende que es para verificar seguridad. De todos modos, eso se tratará de un permiso temporal.
Otras excepciones contempladas son búsqueda de dispositivos, apps antivirus, administradores de archivos y navegadores, que deberán justificar su uso y declarar claramente para que lo necesitan.