Andy Johnson: Corazón de “Súper Campeón”

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Aún con sus problemas cardíacos, el personaje de la clásica serie animada siempre dejó en claro que podría haber sido el mejor de todos.


A la hora de hablar de Los Super Campeones, siempre se ha establecido que Oliven Atom y Steve Hyuga representan a los dos jugadores que se pelean el puesto de ser el mejor de todos como representante de Japón. Pero en esa discusión siempre falta un jugador que, por sus habilidades técnicas y liderazgo, era considerado el mejor de todos. Pero no lo podía demostrar a plenitud en la cancha.

Andy Johnson, capitán del equipo del Colegio Alemán (Musashi FC) en el campeonato infantil, cuyo nombre original en la versión japonesa es Jun Misugi, es un jugador que maneja todas las variables del fútbol, pero lamentablemente tiene la carga de una debilidad física que irremediablemente lastra su carrera: una enfermedad cardíaca impide que pueda jugar un partido completo.

A Andy lo conocemos en el marco de las semifinales del torneo juvenil, en donde desplegó sus habilidades y estrategias para mantener a raya a sus rivales, demostrando que quizás había desafíos que el "Niupi" no podría superar. Sin embargo, sus problemas físicos impiden que esté al 100%

Más aún, la condición cardíaca es utilizada por otros para poner en jaque al propio Oliver y permitir que Andy siga cumpliendo su sueño. El capitán del "Niupi" no da el todo de si durante varios momentos del encuentro y, en medio de la lluvia, ve cómo su equipo queda al borde de la eliminación con un marcado en contra. Claro, eso hasta que es confrontado por un pelotazo de Benji, quien solo podría volver a jugar en la final del torneo debido a una lesión, y decide honrar a Andy jugando su mejor fútbol en lo que debiese ser su despedida.

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En ese sentido, la determinación de Andy es sobreponerse, exigir que le jueguen de igual a igual y retirarse del campo dignamente. Para eso se decide a terminar el tiempo reglamentario, negándose a que su enfermedad le gane el partido. "No quiero acabar mi vida actuando como un cobarde", llega a decir ante la posibilidad de ser reemplazado en el partido. Si ha de morir jugando, lo hará.

Esa consigna impulsa a uno de los mejores enfrentamientos de esta clásica serie. De hecho, en un momento Roberto Sedinho deja en claro que Andy, al enfrentarse a Oliver, deja de confiar solo en su técnica, ganando decisión y fuerza para avanzar como jugador de fútbol.

Pero su corazón es la barrera que le impide proseguir completamente durante el resto del partido, haciendo que todos en más de una ocasión se preocupen de su estado de salud. Claro, por mucho que quiera jugar, todos saben que el partido podría costarle la vida.

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Con el marcador en un 4 a 3 que les daría el paso a la final, Andy Johnson termina afirmándose en uno de los palos de la portería de su equipo, dirigiendo sus acciones y coordinando la defensa

Aún así, con el reloj en contra, la genialidad de Oliver lo lleva disparar el balón con una chilena, la que sucesivamente es desviada por Tom Misaki para empatar el partido. Y luego, con el árbitro llevándose el silbato a la boca, Oliver logra anotar en el último segundo para marcar la victoria sobre el equipo de Andy Johnson, quien termina siendo trasladado en ambulancia.

La historia del jugador del Colegio Alemán, sin embargo, no quedó ahí. Cuando ya todos los jugadores son adolescentes, su equipo se enfrenta ante la nueva escuadra de Steve Hyuga, siendo derrotado sin apelación. Peor aún, su estado físico lo deja estar aún menos tiempo en el terreno de juego.

Pero tras abandonar el fútbol brevemente, y ser un asistente de entrenador de la selección juvenil de Japón, Andy logra rehacerse como futbolista, superando su enfermedad y transformándose en jugador profesional. De hecho, en historias posteriores es convocado para defender al equipo adulto de su país, siendo el líbero que coordina a toda la defensa, ya que llega a jugar como profesional en el equipo de Tokio y hasta logra replicar el tiro de remate de Oliver Atom.

Todas esas historias terminan dándole valor a un personaje que representó las mejores características de una serie que transmitía el palpitante amor por el fútbol. Y su corazón nunca se detiene para cumplir ese sueño.

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