El año 2014, el mundo de la tecnología vio con sorpresa la salida de Andy Rubin, el co-creador de Android quien desde el año 2005 trabajaba para Google en el desarrollo del sistema operativo para móviles que a esas alturas ya dominaba el mundo.
Como suele suceder en estas ocasiones, los dueños de la compañía tuvieron palabras de buena crianza hacia el que era considerado una de las personas más influyentes de Silicon Valley.
"Le deseamos lo mejor en lo que viene. Con Android el creó algo realmente increíble, con más de mil millones de usuarios felices", decía Larry Page, con fundador de la empresa al momento de su salida. Andy Rubin, además, se iba con una indemnización gigante por parte de la compañía, a pesar de que él había renunciado. En total fueron 90 millones de dólares, los cuales fueron pagados en cuotas de dos millones mensuales por un plazo de cuatro años. Una medida inusual, sobre todo cuando ahora nos enteramos que Rubin había sido acusado de acoso sexual dentro de la empresa, según relata el New York Times.
El diario señala que Google decidió optar por esta vía, de hacer parecer la salida de Rubin como algo amistoso para que el impacto mediático no fuera tan grande. Se trataba de uno de los ejecutivos más grandes de una compañía que, además, siempre ha sido vista como uno de los mejores lugares para trabajar.
Aun así, Rubin recibió varias acusaciones: de dijo que estaba saliendo con varias mujeres de la empresa, a pesar de estar casado y que incluso habría sido víctima de una acusación de sexo oral forzado en el año 2013. A pesar de eso, y para mantener las apariencias, Google incluso invirtió en Essential, la compañía de hardware que Rubin fundó y de la cual, nuevamente fue acusado de acoso, motivo por el cual volvieron a aparecer estas denuncias más antiguas.
Se dice que fue el mismo Page quien le solicitó la renuncia de Rubin, para no confrontar la lluvia mediática del despido y que tendría una salida económicamente viable para compensar. Pero con el tiempo, por mucho que el polvo se coloque debajo de la alfombra, todo se sabe.