Para muchos, la sola existencia de un lugar llamado El Bosque de los Suicidios es un realidad demasiado abrumadora para ser verdad. Pero lo cierto es que el bosque de Aokigahara, ubicado en la ladera del Monte Fuji en Japón, es un sitio que durante los últimos años se ha hecho tristemente célebre por la cantidad de personas que lo escogen para terminar con sus vidas.

Aokigahara, también conocido como el Mar de Árboles, es una zona llena de forestación en la que es muy fácil perderse, por lo que por años ha sido vinculada a situaciones macabras. El bosque era utilizado como un lugar común para cometer el Ubasute, una práctica antigua en la que las familias iba a dejar a los ancianos que no podían seguir manteniendo para que se perdieran y murieran con el tiempo. Más adelante, la gente comenzó a usarla como un lugar para acabar con sus propias vidas.

Se dice que la primera mención del bosque de Aokigahara como lugar para suicidios en la cultura popular ocurrió en un libro llamado Nami no To (Torre de Olas) en donde su protagonista, quien se vio involucrada en un triángulo amoroso con un criminal y el juez que lo estaba condenando, acudió al Mar de Árboles para tomar una pastilla y suicidarse.

Desde ese momento, el bosque de Aokigahara ha traspasado su status de leyenda urbana para convertirse en un lugar alojado en las entrañas de la cultura popular de Japón.

En la serie Tokyo Ghoul, por ejemplo, se muestra al café Anteiku, la sede de los ghouls "pacifistas" usando cuerpos extraídos desde el bosque de Aokigahara para alimentar a los Ghouls que no quieren matar a otras personas para poder alimentarse. Mangas como el I Am Hero, por ejemplo, que tratan sobre una epidemia de zombies, también muestran al sitio como una de sus locaciones más espeluznantes.

Pero hay otras referencias que no necesariamente tienen que ver con la muerte: en Mazinger Z, el laboratorio de Juzo Kabuto queda justo al lado de Aokihagara, mientras que el Transformers: Super-God Masterforce, la base de Cybertron se encuentra justo en este bosque.

Godzilla también ha tenido referencias a este bosque. En la película del 2001, Godzilla, Mothra and King Ghidorah: Giant Monsters All-Out Attack, un hombre que intentaba suicidarse en Aokigahara es el primero en ver el regreso de King Ghidorah.

Pero no sólo obras japonesas se han inspirado en este bosque. Películas occidentales como The Forest, escrita por David S. Goyer, transcurre precisamente en el bosque de Aokihagara, en una película de terror donde sus protagonistas son perturbados por las almas de quienes han dejado su vida en el bosque. Otras cintas occidentales basadas en este sitio son Grave Halloween, Forest of the Living Dead  The Sea of Trees, ninguna de ellas muy memorable.

En los videojuegos, hay menciones aunque no necesariamente tan directas. El juego Fatal Frame 5 de Wii U, por ejemplo, ocurre en un sitio llamado Monte Hikami, el cual está claramente inspirado en tanto las locaciones como en la mística del Aokigahara real. La novela visual Tokyo Dark, donde una detective debe ir en búsqueda de su acompañante, posee gran parte de su argumento basado en este lugar.

Pero lo cierto es que el debate, sobre todo en Japón, radica en qué tan conocido se quiere hacer este bosque por su condición de lugar maldito. Mientras en occidente se busca explotar esa faceta más terrorífica, en Japón, en cambio, los esfuerzos de las autoridades están en tratar de quitarle una connotación negativa que, lamentablemente, ha mantenido desde hace siglos y que muy difícilmente vaya a cambiar.