Seguramente has escuchado de Wordle. Es un popular juego viral solo disponible a través de navegador y que invita a adivinar palabras en una cuadrícula de 5x6. Y en solo tres meses, el juego ha reunido a más de 300 mil jugadores.
Pero, obviamente, cuando un producto se hace popular, en especial en el mercado de los videojuegos surgen “variantes” o “clones” de este mismo.
En este caso, y como no existe una aplicación oficial, ya han aparecido clones del juego tanto en la App Store de Apple como en la Play Store de Google.
Sin embargo, Apple ya ha decidido tomar medidas y eliminó cada imitación del juego, algunas tan descaradas que tenían el mismo nombre y la misma interfaz que el original.
Las aplicaciones clónicas habían destacado cuando un desarrollador presumió en Twitter las 12.000 descargas que había tenido su juego. Sin embargo, la reacción de los twitteros no se hizo esperar y recibió una inmensa cantidad de críticas por la apropiación intelectual, a lo cual, decidió configurar su cuenta como privada. No obstante, la gente ya había encontrado una gran cantidad de variantes de Wordle.
En las pautas para desarrolladores que tiene Apple resultan muy imprecisas y vagas para los casos de plagios. En el artículo 4.1 se declara a los creadores que: “Ven con tus propias ideas. Sabemos que las tienes, así que haz que los tuyas cobren vida. No copies simplemente la última aplicación popular en la App Store, o hagas algunos cambios menores en el nombre o en la interfaz del usuario de otra aplicación y la hagas pasar como propia. Además de arriesgarte a un reclamo por infracción de propiedad intelectual, haces que la App Store sea más difícil de navegar y simplemente no es justo para sus compañeros desarrolladores”.
Esperemos que el caso de Wordle, sea un precedente para la exigencia en la protección de los derechos de autor en las aplicaciones de videojuegos. Mal que mal, el objetivo original de su creador, Josh Wardle, fue crear esta alternativa para disfrutarla con su pareja, la cual no cuenta con publicidad y solo permite jugar una palabra al día.