Estados Unidos hace legal los planos digitales para armas impresas en 3D
Un fallo del Departamento de Justicia de ese país permitió a un polémico creador de estas armas difundir sus planos a través de internet.
Hace cinco años en Estados Unidos, Cody Wilson presentó al mundo la primera pistola creada mediante una impresora 3D. El invento, que en ese entonces parecía un caso aislado e incluso anecdótico, hoy es el primer antecedente de la demanda presentada por Wilson que llevó al Departamento de Justicia de Estados Unidos a autorizar la difusión de planos digitales de armas.
La historia comenzó cuando Wilson comprobó que su primera pistola, denominada" Liberator", funcionaba y compartió los planos de esta en su sito Defcad.com, El objetivo era que cualquier persona pudiera descargarlos y crear su propia arma.
De ahí en más la situación escaló rápido, ya que el sitio fue adquiriendo popularidad e incluso se concretaron 100 mil descargas de los planos de "Liberator". Wilson aprovechó la plataforma y publicó un manifiesto declarando que "el control de armas nunca sería el mismo en una era donde cualquiera podría descargar e imprimir sus propias armas de fuego". Lamentablemente, no estaba equivocado.
En 2013, a la luz del alarmante éxito de la página, el Departamento de Estado de los Estados Unidos acusó a Wilson de exportar armas sin licencia, infringiendo el Reglamento sobre el Comercio Internacional de Armas (ITAR) de ese país. Ante la acusación, Wilson eliminó su página web, pero en lugar de dejar ir el tema y pagar la multa de mil millones de dólares, en 2015 inició una contraofensiva legal que hoy lo tiene como ganador.
Wilson y su equipo de abogados se escudaron en la "libertad de expresión", argumentando que al "prohibirle a Wilson publicar los datos para impresiones 3-D, el Departamento de Estado no solo estaba violando su derecho a portar armas, sino también su derecho a compartir información libremente".
Sorprendente el Departamento de Justicia aceptó esta defensa y, según recoge el sitio Wired, se comprometió a cambiar las reglas de control de exportación respecto a cualquier arma de fuego inferior al calibre 50, exceptuando las armas totalmente automáticas y diseños de armas inusuales que usan munición sin carcasa. Además el organismo se comprometió a trasladar su regulación al Departamento de Comercio, entidad que tampoco intentará vigilar la difusión de planos para crear armas en internet.
Con esta maniobra Wilson logró desdibujar la línea entre un arma y un archivo digital, además de un permiso especial para publicar donde quiera sus planos.
Gracias a eso, ahora Wilson relanzará su sitio web, con un nuevo catálogo de armas para imprimir en 3D, que abarcan desde la "Liberator" hasta fusiles AR-15 y armas semiautomáticas. Todo esto además de permitir que otros usuarios utilicen la plataforma para compartir sus propios planos.
Si bien este fallo aplica solo a Estados Unidos, la situación presenta al mundo una nueva era, en la que cualquiera con acceso a internet y una impresora 3D puede fabricar un arma sin mayor control de las autoridades.
Además, en un país como Estados Unidos donde el control de armas ha estado en el foco de la polémica a la luz de distintos tiroteos que han cobrado miles de víctimas, la situación evidentemente es alarmante.
Pero para el resto del mundo presenta un desafío sin precedentes. Hasta ahora se han registrado varios intentos exitosos por crear armas mediante la tecnología de las impresoras 3D, por lo que su materialidad y efectividad no están en duda.
Ante estos primeros antecedentes, países como Reino Unido y Australia han creado legislaciones para prohibir su fabricación, compra y venta, pero ante este nuevo escenario en la difusión de planos, la fiscalización efectiva de estas medidas es cada vez más difícil.
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