Tres arrestos en una semana realizó la policía de Kyoto contra la nueva amenaza delictual que gobierna la ciudad: nos referimos a los bares de videojuegos.
Los bares de videojuegos han estado al alza alrededor del mundo en el último tiempo. La tentación de poder ir por unos tragos y además gozar de títulos que quizás no tengas en tu casa es muy atractiva, lo que ha hecho que se conviertan en alternativas bastante viables para pasar una noche entretenida. Por eso, uno pensaría que en un país lleno de cultura por los videojuegos sería un lugar perfecto para tener este tipo de locales.
Pero no es tan fácil, ya que en Japón, las leyes de derechos de autor son bastante exigentes, y no permiten tener estos establecimientos sin el permiso de los dueños del juego, lo que se traduce generalmente en pagos a las compañías que obviamente los bares no están dispuestos a hacer. La lógica detrás de esto es que los bares usan consolas creadas para el consumo hogareño y no para cobrar por utilizar su contenido en un lugar público.
Y esta semana, tres dueños de tres bares diferentes fueron arrestados, y todas sus consolas decomisadas por la policía. Todo comenzó en abril, cuando Capcom y Nintendo realizaron una denuncia tras enterarse que estos locales generaban ganancias por cobrar a la gente para disfrutar de títulos como Monster Hunter y Mario Kart. Esto terminó en una investigación que concluyó con los arrestos.
Ya a comienzos de año, otros tres bares fueron cerrados en Osaka, los que si bien no cobraban dinero por usar las consolas, si requerían que uno consumiera tragos en el local para acceder a ellas, lo que sigue siendo ilegal.