Investigadores de la universidad de Monash, con sede en Australia, concretaron un nuevo diseño de batería basada en litio y azufre mucho más eficiente.
De acuerdo a lo que describen, no fue necesario aumentar el tamaño de la batería para generar más energía, ya que lograron diseñar un modelo pequeño que permite mantener la carga de un teléfono inteligente durante cinco días.
Teoréticamente, una batería creada con su sistema podría permitir que un vehículo eléctrico tenga carga por casi mil kilómetros, lo que da cuenta del que sería potencialmente su uso más importante.
Estableciendo un impacto ambiental reducido, y un proceso de fabricación de "costo extremadamente bajo", los investigadores sostienen además que su avance se logró al reelaborar los enlaces de partículas en los cátodos de azufre. Dicha técnica les ayudó a manejar cargas más altas sin disminuir la capacidad, el rendimiento o la estabilidad.
Por ahora el instituto Fraunhofer de Alemania ya produjo baterías de prueba y existe el plan de probar el diseño en vehículos y sistemas de energía solar durante este año en Australia. Pero claramente el desafío será lograr que la batería entre a producción a gran escala.