El hombre murciélago por lejos es actualmente el personaje más lucrativo de DC Comics, pero no siempre fue así.
Desde que surgió, Batman se instaló como la contraparte del hombre de acero, quien desde el comienzo fue todo un éxito y se instaló como el foco principal de la compañía.
Pero cortesía de su popular serie de televisión, el personaje co-creado por Bob Kane y Bill Finger dio el salto definitivo al estrellato masivo en la cultura popular. Toda una nueva era de proyectos de superhéroes comenzaron con aquella alocada propuestas que se nos viene a la cabeza cada vez que escuchamos el: Nanananananananana.... Batman.
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Sin embargo, la sombra que ejerció esa propuesta protagonizada por Adam West dificultó el paso del guardián de Gotham a la pantalla grande. De hecho, una de las primeras alocadas ideas era concretar una película de Batman en el Espacio. Así de raro era el escenario por esos años.
Claro que el destino del murciélago se selló en el cine una vez que entraron en acción los productores Michael Uslan y Benjamin Melniker, la dupla que adquirió los derechos del personaje en octubre de 1979.
Influenciado por un Batman que en los cómics ya había dado un giro hacia un tono oscuro, gracias al trabajo iniciado por Neal Adams, la idea de Uslan era precisamente concretar una película que estuviera en la línea de lo que Kane y Finger establecieron en 1939.
Es decir, querían recuperar la idea de la criatura de la noche que acechara criminales en la oscuridad, para dejar atrás a esa versión del batirepelente de tiburones y el bati twist.
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Pero claro, la tarea no sería fácil y tuvo que pasar gran parte de la década de los ochentas antes de que el público pudiese ver al nuevo Batman de carne y hueso.
LEJOS DE WEST: RETURN OF THE BATMAN
Inicialmente, Richard Maibaum, quien a la fecha ya había escrito seis películas de James Bond incluyendo Dr. No (1962) y The Man with the Golden Gun, fue contactado para escribir el proyecto de película del murciélago. Lo mismo se hizo con el director Guy Hamilton (Goldfinger y Live and Let Die). Sin embargo, ambos rechazaron la oferta, ya que Batman no era precisamente el personaje que es actualmente.
Al mismo tiempo, Uslan no logró encantar a los estudios con la idea de hacer una película seria de Batman, ya que estos querían una producción que siguiera la línea de la serie de televisión de Adam West. Eso era lo que la gente conocía y no tenía sentido darles algo distinto.
Compañías como United Artist y Columbia Pictures desecharon la opción, mientras que el productor terminó escribiendo un proyecto llamado "Return of the Batman", que no era un guión para producirse ya que solo tenía el objetivo de que la visión de Uslan fuese entendida.
El siguiente punto importante fue la llegada de Peter Gruber y su Casablanca FilmWorks en noviembre de 1979, junto al productor Jon Peters, un tipo que con los años se convirtió en persona non-grata para todos los fans de los superhéroes debido a las irrisorias propuestas que marcaron su paso por la franquicia de Superman. Kevin Smith tiene varias anécdotas geniales al respecto, incluyendo la idea de hacer pelear al hombre de acero contra osos polares y arañas gigantes.
Pero esa mala fama aún no llegaba a finales de los setentas. Con los cuatro la cabeza, la iniciativa de Batman buscó replicar el camino de desarrollo que tuvo la exitosa primera película de Superman con Christopher Reeve.
Primero intentaron cautivar a Universal Pictures, quienes desecharon la idea, pero eso no los detendría. Con la productora Casablanca de aval, la película fue anunciada en una convención de cómics en Nueva York en julio de 1980. Todo se iba a hacer con un presupuesto de $15 millones de dólares, más que suficiente para en esa época sumarse a la ola de blockbusters que ya arremetían en la industria tras el estreno de Star Wars.
En el camino, Casablanca FilmWorks fue absorbida por PolyGram Pictures, pero aún así la idea de película simplemente no despegó en los meses siguientes. Guber y Peters dejaron la compañía en 1982, llevándose los derechos cinematográficos para finalmente venderle la idea a Warner Bros. que por ese entonces aún no adquiría a DC Comics.
Recién ahí, todo comenzó a tomar un poco más de forma.
THE BATMAN
Tom Mankiewicz, guionista de Superman: The Movie y Live and Let Die, se encargó de completar un guión bajo el título de The Batman en junio de 1983. La idea se focalizaba en los orígenes de Batman y Robin, teniendo obviamente al Joker de villano junto al mafioso Ruper Thorne, quien sería el responsable de contratar a Joe Chill, el asesino de los Wayne.
Makiewicz se inspiró en el cómic Batman: Strange Apparitions de Steve Englehart, por lo que su dibujante, Marshall Rogers, fue contratado para hacer el arte conceptual de la película.
Originalmente, la idea era estrenar la película a mediados de 1985, por lo que comenzaron a contactar a directores como Ivan Reitman (Los Cazafantasmas), quien quería a Bill Murray como Batman y a Michael J. Fox para el rol de Robin. Joe Dante (Gremlins) también rondó la idea y hasta nueve escritores distintos buscaron reescribir el guión. Pero nada tomó forma.
En definitiva, Tim Burton tomaría el mando de la iniciativa en 1986 y el resto sería historia, con Michael Keaton a la cabeza.
LAS PROPUESTAS QUE SE CAYERON
Tras la debacle del Batman y Robin de Joel Schumacher en 1997, la cuarta película que seguía la línea de lo hecho por Tim Burton, múltiples fueron las iniciativas para intentar mantener a flote al hombre murciélago en el cine.
El propio Schumacher, antes del estreno y que se conocieran los resultados de Batman y Robin, fue contratado para hacer otra secuela llamada Batman Unchained. Dicha idea se estrenaría en 1999.
Mark Protosevich (Thor) escribiría esa historia, que se enfocaría en el Espantapájaros como villano principal y que permitiría el retorno del Joker de Jack Nicholson como una alucinación gracias a la toxina del miedo. Harley Quinn, en tanto, sería la hija del príncipe payaso del crimen y buscaría vengar a su padre.
Obviamente los resultados económicos mataron la idea, además de un planeado spin-off centrado en el Robin de Chris O'Donnell. Chao, para la casa se fue la época de los batipezones y las luces de neon.
A partir de ahí, Warner Bros. forjó dos caminos: realizar una adaptación cinematográfica de la serie animada Batman Beyond o adaptar el clásico cómic Batman: Año Uno de Frank Miller. Solo una de esas películas ganaría el gallito.
En paralelo, la dupla de Lee Shapiro y Stephen Wise propuso realizar algo llamado Batman: DarKnight, una historia en la que Bruce Wayne se retiraría de su trabajo de vigilante, Dick Grayson asistiría a la universidad e incluiría a villanos como el Espantapájaros y Man-Bat. Sin embargo, su idea prendió menos que la idea de continuar la era Schumacher.
Batman Beyond comenzó a ser desarrollada por Paul Dini, Neal Stephenson y Boaz Yakin, con el objetivo de seguir aquella historia de un futuro sucesor de Bruce Wayne, pero todo fue desechado en el año 2000 una vez que el estudió prefirió avanzar con una historía de orígenes con el Batman: Year One comandado por Darren Aronofsky.
Todo avanzaría como un reinicio, que cambiaría completamente la mitología de Batman. El director contactó a Christian Bale para protagonizar, mientras que Warner pidió que el guión fuese reescrito por los Wachowski (The Matrix). Pero su trabajo no convenció al estudio, al igual que lo que posteriormente realizó Joss Whedon.
El Batman de Aronofsky incluía una versión afroamericana de Alfred, que trabajaba de mecánico, y un Bruce Wayne que no era un playboy multimillonario. Además, su idea de convertirse en Batman no tenía ninguna relación con la clásica cueva.
Durante la película, Bruce portaría un anillo con las iniciales de su padre, Thomas Wayne. Al golpear rostros de criminales, la W quedaría con una forma de murciélago. De este modo, T+W = The Batman. Fin.
En 2002 esa brillante idea fue descartada, ya que el estudio avanzó por otra vía: concretar una película de Batman vs Superman con Wolfgang Petersen (Troya) de director.
Propuesta por el guionista Andrew Kevin Walker (Los Siete Pecados Capitales), y con una reescritura a cargo del inefable Akiva Goldsman (Batman y Robin), la película iba a presentar cómo Bruce Wayne se retiraba durante cinco años, con Robin, Alfred y el comisionado Gordon muertos.
En tanto, Clark Kent, marcado por su divorcio con Lois Lane, entraría en conflicto con su amigo luego de que el Joker asesinase a la nueva novia de Bruce. En el camino, se revelaría que Lex Luthor se encargaba de orquestar todo para cerrar la película probablemente con un Why Can't We Be Friends.
Todo se canceló en 2003, pese a que la película ya tenía agendada sus filmaciones, ya que el estudio a la larga prefirió separar a ambos personajes en proyectos individuales. Por un lado nos dieron el Superman Returns de Bryan Singer y, por el otro, Christopher Nolan comenzó lo que sería su trilogía de películas con Batman Begins. Goldsman solo pudo meter una referencia de su Batman vs Superman en la adaptación de I Am Legend.
Todos conocen el resto de la historia. La era Nolan marcó tanto a las películas DC de Warner Bros., que el estudio tardó más de la cuenta en iniciar su actual universo de películas de superhéroes. Batman era sinónimo de éxito hasta Justice League, pero todo planea ser reimpulsado por la película que desarrolla Matt Reeves tras la caída del proyecto de Ben Affleck.
Claro, a menos que se sume a toda esta lista de películas que simplemente nunca lograron prender la batiseñal.