Spoilers leves a continuación.

A fines del año pasado, Netflix lanzó Bird Box, la película  post-apocalíptica de suspenso dirigida por Susanne Bier y protagonizada por Sandra Bullock que, además de incitar al servicio de streaming a anunciar con bombos y platillos que estaba siendo muy vista por sus suscriptores, presenta un mundo en el que fuerzas extrañas incitan a suicidios masivos y los sobrevivientes deben avanzar con los ojos vendados. Abrir los ojos, y ver a las criaturas, representa un peligro fatal.

Pero la película, tal como la novela de Josh Malerman, no describen desde provienen las misteriosas criaturas, cuál es su objetivo ni cómo lucen. La experiencia de ver Bird Box implica el nunca saber qué es lo que está acechando, en un escenario en donde la audiencia solo tiene que imaginarse cómo luce el peligro inexplicable.

Sin embargo, en algún punto de la producción se contempló que las criaturas sí fuesen presentadas en pantalla. De hecho, su diseño llegó a ser realizado por la compañía de efectos especiales KNB EFX.

La presentación de estas criaturas iba a implicar prótesis, esculpidas por Andy Bergholtz, y un maquillaje aplicado al actor Dirk Rogers, pero a la larga el equipo creativo responsable desechó la opción y prefirió seguir la línea de la obra original.

La siguiente imagen nos presenta la apariencia de estas criaturas, que hubiesen lucido como infantes deformes.,

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