Bowser (el hacker) fue sentenciado a tres años de prisión por su negocio de piratería para Nintendo Switch
El sujeto que fue identificado como el líder de Team Xecuter ya había accedido al pago de una multa de $10 millones de dólares por vender hacks.
Una de las batallas legales más recientes de Nintendo concluirá con Bowser en la prisión, pero no estamos hablando del famoso enemigo de Mario ni de un pariente del ex-presidente de Nintendo of America, Doug Bowser. Si durante los últimos meses han seguido las noticias sobre la división legal de Nintendo probablemente ya tienen claro que estamos hablando de Gary Bowser, el hacker que se hizo conocido por vender diferentes hacks que permitían ejecutar juegos piratas en la Nintendo Switch.
Bowser fue arrestado por su negocio de piratería durante 2020 y aunque tiempo atrás había accedido a pagar una multa de $10 millones de dólares por vender los mencionados hacks, ahora el Departamento de Justicia de Estados Unidos condenó a Gary Bowser a 40 meses de prisión.
Bowser actualmente tiene 52 años y en 2021 se declaró culpable de los cargos de Conspiración para Eludir Medidas Tecnológicas y Tráfico de Dispositivos de Elusión, y Tráfico de Dispositivos de Elusión.
“Se estima que este esquema de piratería ha causado más de $65 millones de dólares en pérdidas a las compañías de videojuegos”, dijo el fiscal federal Nick Brown en una declaración. “Pero el daño va más allá de estos negocios, perjudicando a los desarrolladores de videojuegos y a los pequeños estudios creativos cuyos productos y trabajo duro son esencialmente robados cuando los juegos son pirateados”.
De acuerdo a la declaración del Departamento de Justicia de Estados Unidos, el grupo liderado por este sujeto, Team Xecuter, tiene “docena de miembros individuales ubicados en todo el mundo” y Bowser “ayudó a crear y respaldar bibliotecas en línea de videojuegos pirateados para sus clientes, y varios de los dispositivos de la empresa venían precargados con videojuegos pirateados”.
Pero aunque dos sujetos identificados como Max Louarn y Yuanning Chen también son parte de estas acusaciones, ninguno de ellos está en custodia de las autoridades estadounidenses.
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