En una jornada absolutamente anticlimática ante la ausencia de público, y en un combate para el olvido, Braun Strowman se convirtió en el campeón Universal de la WWE.

En una pelea disputado ante Goldberg, quien había ganado su título en el evento anterior de la WWE, Strowman se pudo imponer por primera vez en su carrera en una pelea por un título mundial tras realizar una seguidilla de cuatro Powerslams. Las mismas que fueron suficientes para hacer caer a la leyenda de la WCW.

Claro que no todo partió bien para el gigante, ya que Goldberg inició el combate aplicando cuatro spears que parecían conducirlo hacia la victoria.

Pero en una pelea sin mayor intercambio de golpes, ya que solo se dedicaron a realizar sus movimientos característicos, la tortilla se dio vuelta una vez que Goldberg intentó conectar su Jackhammer.

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A partir de ahí, Strowman contraatacó y no soltó más la ventaja para obtener la victoria más importante de su carrera, pero sin nadie que lo vitorease.

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Recuerden que, originalmente, Goldberg tenía presupuestado enfrentar a Roman Reigns. Pero este último decidió no ser parte de las grabaciones de Wrestlemania por los riesgos del COVID-19, ya que está inmunocomprometido tras su tratamiento por la leucemia.