Wrestlemania 33 finalmente marcó el clímax de una de las historias más importantes de la compañía y que marcó los últimos meses de Smackdown. Bray Wyatt defendió su título de la WWE ante su ex seguidor, Randy Orton, en una batalla que en las últimas semanas estuvo marcada por los juegos mentales entre ambos luchadores.
Todo comenzó con la espectacular entrada del campeón, iluminando todo el Camping World Stadium en el que se disputó la pelea. Fue el espectacular anticipo que luego se concretaría con el esperado enfrentamiento entre dos luchadores que tuvieron una momentánea alianza que duró hasta febrero pasado.
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En tanto, la serpiente acompañó a Orton en su camino rumbo al ring. The Viper se preparaba para atacar en cualquier momento.
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Con Bray Wyatt aplicando juegos mentales contra Orton, uno de los momentos más llamativos fue la proyección de gusanos en pleno cuadrilátero, lo que desequilibró a un Orton que comenzó a ser dominado por el campeón. Fue un momento digno de la línea de historia que marcó al feudo de ambos luchadores.
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Durante el combate, el relato principal fue que ambos luchadores se conocían muy bien, ya que no solo Bray esquivó la antigua patada con la que Randy Orton eliminaba a luchadores, sino que Randy pudo salirse de "La hermana Abigail", el finisher del campeón. Claro que Wyatt posteriormente logró aplicar su llave final, a pesar de que Orton logró levantar el brazo para evitar la derrota.
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A partir de ahí, la pelea siguió una lógica previsible. Bray Wyatt siguió invocando los poderes del averno, trayendo cucarachas contra el ring, pero Randy Orton sorprendió con un devastador RKO que selló el combate, poniendo fin a la breve historia titular de Wyatt como campeón de la WWE.
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The Viper de este modo, como parte de la historia del combate, se sobrepuso a los juegos psicológicos, para sumar un nuevo título a su historial. 13 veces campeón máximo. Una lamentable decisión, ya que Orton no necesitaba un nuevo campeonato. Mal ahí Vince.