Uno de los elementos más clásicos que definen a Bruce Benner es que generalmente intenta mantener a The Hulk bajo control, con la bestia desatándose cuando no puede controlar su ira. En la versión de Mark Ruffalo, le dieron un vuelco, con todo ese tema de que "siempre está enojado", pero de todas formas su última aparición en Avengers: Age of Ultron estuvo ligada directamente con su incapacidad para controlar a la bestia.
Pero durante la visita al set de Thor: Ragnarok, diversos reportes han indicado que el gigante verde se ha negado a que Bruce Banner tome el control, por lo que The Hulk ha estado presente durante los dos años previos a los eventos que llevarán al Dios del Trueno al planeta Sakaar.
Durante todo ese período, que va desde el fin de Age of Ultron hasta la llegada de Thor, The Hulk ha logrado suprimir al doctor Banner de su mente, ya que está completamente en contra de la ruta que tomó la vida del "puny human".
Ese punto permitirá que, en esta versión cinematográfica, The Hulk haya desarrollado mucho más su capacidad para hablar, la que ha mejorado mientras ha hecho puré a múltiples de gladiadores en la arena de combate de The Grandmaster (Jeff Goldblum).
Sin embargo, el gigante verde no ha estado particularmente feliz durante su estadía en su nuevo hogar, pero The Grandmaster intentará mantenerlo contento peleando en la arena decorando el planeta con afiches, piñatas y muchos decorados en honor a su gran guerrero. Claro que todo eso no se extenderá por mucho tiempo, como lo han dejado en claro los tráilers que han presentado a Banner de regreso.