La relación entre Bungie y Activision no ha sido de las mejores, desde su unión en 2010, cuando empezaron a desarrollar el popular Destiny, la relación entre las compañías fue deteriorándose paulatinamente hasta que hoy llegó a un punto de quiebre.
A través de un comunicado, este jueves Bungie anunció su separación definitiva de Activision, tras años de desacuerdos y problemas de propiedad por la franquicia Destiny.
"Con Activision, creamos algo especial. Hasta la fecha, Destiny ha entregado una combinación de más de 50 millones de juegos y expansiones con jugadores de todo el mundo. Y lo que es más importante, también hemos sido testigos de una comunidad extraordinaria, de decenas de millones de Guardianes, que usan Destiny para jugar juntos, crear y compartir recuerdos e incluso hacer cosas realmente grandiosas que van mucho más allá del juego que compartimos, para ofrecer un impacto positivo en la vida cotidiana de las personas", señaló el estudio.
Si bien no se citan problemas mayores e incluso se agradece a Activision por su tiempo juntos, Bungie aseguró que se encuentran en el proceso de mantener la marca Destiny bajo su propio control.
"Sabemos que la autoedición no será fácil, todavía tenemos mucho que aprender a medida que crecemos como un estudio global e independiente, pero vemos oportunidades y posibilidades ilimitadas en Destiny". Esto, debido al hecho de que Bungie necesitó desde un principio una compañía más grande que desarrollara su ambiciosa idea.
De todas formas, este no será el fin de la franquicia, ya que pronto habrán noticias de lo que vendrá a futuro, y la compañía asegura que pretende seguir mejorando la experiencia online.