Cachureos: los “plagios” tras el éxito de sus canciones
Marcelo Hérnandez, creador y líder del programa infantil más exitoso de Chile, sabía que no podía quedarse sólo en la televisión: tenía que vender discos ¿La fórmula? Un éxito que llegó a vender más de 500.000 copias.
La noticia remeció la pauta policial del país. Por 15 años, una banda de rufianes plagió descaradamente al programa infantil creado por Marcelo Hernández haciéndose llamar “K-Chureos”, una variante un poco... obvia.
El cantante y gurú espiritual de los corpóreos en Chile lanzó la voz de inmediato. Los falsos monos ocupaban la música del espacio infantil e imitaban a cabalidad todas las careografías, concursos y dinámicas creadas por el ex baladista.
"Ellos ocupaban la música, canciones que yo conseguí durante años, canciones que mandé a hacer, que son responsabilidad mía", disparó enfático a los micrófonos de Radio Bio Bio.
Pero, ¿qué hay detrás del éxito discográfico de un programa de televisión?
Durante años, Hernández se dedicó a "abrir bien los ojos y parar las antenas" para distinguir aquellas canciones y melodías que pudieran significar nuevos hits para su familia de personajes, junto a otras escritas especialmente para el show por compositores como Gogo Muñoz y la orquestación de Horacio Saavedra.
Aunque, cabe destacar, que "Marcelo Hernández y Cia.Ltda" siempre cumplió con el respectivo pago del derecho de autor.
En Mouse no nos dejamos engañar tan fácilmente, estos son algunos de los casos más icónicos:
La Mosca (original de Raul Seixas, cantante brasileño)
Cachureos versión
Es quizás el mayor éxito en la historia de Cachureos. Incluso llegó a ser la canción más pedida en las radios chilenas durante algunos meses en 1996.
The Phantom of the Opera (original de Andrew Lloyd Webber, compositor británico)
Cachureos versión
Aparecida en "Cachureos 97'" y cambió la lógica de la canción: el Señor Oso era el rescatista de Sabrina, una de las "Chicas Yeyé" del espacio durante los noventas.
The Beautiful One (original de Suede)
Cachureos versión
Quizás el "plagio" más escandaloso de todos. Uno de los himnos del britpop convertido en una tierna canción que llamaba a cuidar a nuestros ancianos (canción aparecida originalmente en "Cachureos 98')
Fuiste (original de Gilda)
Cachureos versión
"Fuiste mi pebre y mi pundor, fuiste la cebolla de mi corazón (...) fue mi culpa enamorarme de tu inmadurez, creyendo que también eras cochina", una versión libre para Epidemia de un clásico de la desparecida estrella tropical argentina.
Ritmo de la noche (popularizada por The Sacados)
Cachureos versión
Una inocente vuelta de tuerca para una canción que claramente invita a otra cosa. Ojo al intenso rapeo de Marcelo con Epidemia (original de "Cachureos 91'")
El baile del perrito (original de Wilfrido Vargas)
Cachureos versión
Ideal para la factoría de Marcelo: al fin podría incluir un corpóreo de perro y quitarle toda ambigüedad al éxito que todos bailaron a principios de los noventas.
Witch Doctor (clásico norteamericano)
Cachureos versión
Marcelo era, por sobre todas las cosas, un melómano. Recuperó un clásico del cancionero americano para hablar de un tema tan común en los primeros años de nuestra vida: el dolor de estómago.
Pastillas de amnesia (original de Bronco)
Cachureos versión
1998 y Chile volvía a una Copa del Mundo después de 16 años de fracasos futbolisticos. Marcelo, cociente de un hecho que marcaría a toda una generación, puso a un futbolista protagonizado por Epidemia como centro de la canción ¿Su dolor? Haber errado un penal en instancias decisivas.
Chica Yeye (original de Conchita Velasco)
Cachureos versión
Un himno de poderío femenino. En un espacio donde los personajes interpretados por mujeres eran escasos, la recuperación histórica de una canción muy popular en los sesenta en España se transformó en todo un éxito. De hecho, desde la publicación de la canción por el programa las "modelos" que acompañaban a Marcelo pasaron a ser definitivamente "chicas yeye".
Sueño inalcanzable (original de Camela)
Cachureos versión
Las desgracias, generalmente, estaban protagonizadas por el desventurado Conejo Wenseslao. La canción -que cantaba el mismo Marcelo con un falsete gangoso-, tomó como base un éxito del grupo español Camela que tuvo mediana repercusión en Chile.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.