Esto involucra spoilers del más reciente episodio de la serie de HBO y la novela gráfica.
Desde que comenzó la serie de Watchmen, comenzó a quedar claro que la intención de sus realizadores era crear una secuela que explorara cómo avanzó el mundo planteado en el cómic de Alan Moore y Dave Gibbons.
Poco a poco se fue estableciendo la idea de los problemas que surgieron de la utopia creada por Ozymandias, presentando un mundo situado 30 años después en el que la corrupción y el stato-quo van de la mano para asegurar que nada cambie.
El quinto episodio, "Little Fear of Lightning", es una potente demostración de lo mejor de esta propuesta, ratificando lo bien que entendió esta adaptación televisiva que sirve como secuela para extender la historia original. Y es que ahora más que nunca quedó establecido que todo lo que sucedió en el cómic es canon, inclusive el suceso que no quisieron adaptar en la película dirigida por Zack Snyder.
El hecho en cuestión tiene relación con el ataque del calamar gigante en Nueva York, la criatura creada por Ozymandias para actuar como un evento cataclísmico que cesa todas las hostilidades entre Estados Unidos y la Unión Soviética, bajo la idea de que un ente transdimensional atacó a La Tierra y es necesario que la humanidad se una.
De ahí que el episodio comienza con un flashback, situado el 2 de noviembre de 1985, que muestra el incidente del calamar desde el punto de vista de un joven Wade Tillman, quien ha sido presentado en la serie como el policía que utiliza la máscara de Looking Glass (Tim Blake Nelson).
Damon Lindelof, co-creador de la serie de HBO, conversó con Collider explicando que le comunicó a su equipo que iban a hacer una secuencia con el incidente del calamar mucho antes de siquiera realizar el piloto.
"Sabíamos que íbamos a hacerlo, sabíamos que iba a suceder en el rango del episodio 5 o 6, por lo que tenían tiempo para armarlo. Sabíamos que queríamos que hubiese alguna especie de fanfarria en la revelación, Y Steph Green, quien dirigió el episodio, tuvo el guión y creo que estaba muy entusiasmada con ser la que tuviese que dar vuelta esa carta particular y lo dirigió maestramente", explicó el productor y guionista.
Al respecto, Lindelof reconoció que había algo "tontorón" en el ataque de un cefelopodo transdimensional con un ojo que cae en el medio de Manhattan y crea una ola psíquica que mata a 3 millones de personas, pero el verdadero "genio verdadero" del plan de Ozymandias es que tenía que sonar absurdo para ser creíble.
"Pero cuando quieres aterrizar lo absurdo en algo que sea tangible y la gente siente, creo que la idea del estrés postraumático, que el calamar fue literalmente genéticamente modificado para causar trauma emocional a las personas, de modo que muchos años después de este evento, aún lo temieran. Necesitábamos relacionarlo palpablemente con la audiencia", agreg.
De ahí que decidieron que Looking Glass fue el conducto perfecto para demostrar las consecuencias de ese ataque en la sociedad en general, que no tenían idea de que todo era una mentira creada por Ozymandias, mientras que el gobierno y diversas personas clave siguen manteniendo el stato-quo gestado por la mayor conspiración de la historia.
"Entonces la pregunta era, ¿qué personaje de la serie todavía siente emocionalmente el terror de lo que sucedió en 1985? Y Tim Blake Nelson sintió que era el conducto perfecto para demostrar eso", afirmó. "Esa idea, con alguien que siente que necesita llevar una manta de seguridad en todo momento por temor a que suceda otro ataque de calamar, y que esa manta de seguridad sea una versión de envolverse la cabeza en papel de aluminio ¿Por qué no hacer esa idea literal? ¿Por qué no envolver tu cabeza en esta tela llamada reflectatina, que te aislaría de futuros ataques psíquicos transdimensionales? Eso se convirtió en su máscara", remarcó Lindelof.
Dicha máscara también apunta a cómo se trastocaron las convicciones de Looking Glass. Como un joven religioso, que estaba preparado para dedicar su vida a Dios, el incidente del calamar lo trastorna, lo aleja de su camino y lo lleva a ser una especie de consejero con una nueva religión para apoyarse entre todos los afectados por su estrés postraumático. Y la revelación del quinto episodio puede haberle otorgado un nuevo camino para su vida.
https://www.youtube.com/watch?v=iMpIyBpOC4c
En medio de toda esa revelación, quizás lo otro relevante tiene relación con el hecho de que la conspiración, en la que está metido el senador Keene (James Wolk) da un giro a lo que se podía haber especulado sobre los portadores de la máscara de Rorschach.
Quienes la usan, o quieren revelarlo todo o, por el contrario, no quieren que la verdad salga a la luz, avanzando en contra del deseo que mantuvo aquél personaje antes de ser desintegrado por el Doctor Manhattan. Aunque por ahora no hay respuestas en sus objetivos, aparentemente buscan crear algo nuevo que les permita definir su nuevo stato-quo. Y eso obviamente pone en entredicho que utilicen la máscara de Rorschach.
Pero dichas ideas de igual forma recalcan el valor de esta serie, que comprende muy bien lo que fue la obra original, haciendo que las consecuencias de sus hechos canónicos sigan marcando profundamente a ese mundo futuro utópico.
Por eso cobran valor las últimas palabras del Doctor Manhattan. aquellas que remarcaron que "nada termina nunca", ya que esta serie parece destinada a responder directamente a la pregunta previa Ozymandias antes de aquellas palabras: "Hice lo correcto, ¿no? Todo resultó al final".