Everton es uno de los animadores del actual Torneo de Transición. El equipo hoy dirigido por Pablo "Vitamina" Sánchez lucha por el título nacional, casi un año después de haber jugado la final de la Copa Chile ante Colo Colo. Pero el buen peregrinar de los ruleteros no siempre fue así.
En la temporada 1995, hace ya 22 años, los viñamarinos no tuvieron una buena campaña. De hecho, fue mala, tanto que culminó con el descenso del equipo a la Primera B. Algunos de los motivos del fracaso deportivo guardaron relación con el rendimiento de algunos refuerzos extranjeros que llegaron como figuras pero que terminaron con poca fortuna.
Uno de ellos fue el argentino Walter Capozucchi, proveniente de All Boys de su país. Antes militó en Platense (ahí es ídolo) y Atlético Tucumán. Posteriormente jugaría en Sportivo Italiano y Los Andes, para cerrar su carrera en Comunicaciones y Juventud Escuintleca, ambos de Guatemala. Es el que aparece en la foto principal.
Los hinchas ruleteros recuerdan de Capozucchi que prácticamente entraba a la cancha con tarjeta amarilla, debido a su juego a ratos excesivamente violento y repartidor de leña. Ello, por supuesto, se tradujo en numerosas tarjetas rojas. Lo suyo, posiblemente, eran las artes marciales mixtas.
Pero no es el único "evocado" de aquel equipo. A mitad de temporada, y buscando levantar el rendimiento, arribó el delantero brasileño Marquinhos Mendonca. Todo un personaje: era tan malo que la gente no lo criticaba desde la galería, sino que se reía de sus desventuras.
En uno de los partidos finales, y con Everton ya descendido, Mendonca anotó su único gol. Lo hizo bajo del arco, ante Cobreloa, en Sausalito. El brasileño lo celebró como si se hubiese ganado el título, y la gente lo aplaudió. Años más tarde, Sergio Marclay le anotó a Universidad de Concepción pero los hinchas lo insultaron. El negro era querido pese a todo...