Christopher Nolan es un amante del control. Para lograr sus objetivos, el director se convierte prácticamente en el dueño de su set, imponiendo estrictas reglas que sus actores deben seguir al pie de la letra.

Es precisamente lo que sucedió durante las grabaciones Dunkirk, donde además de sus peticiones tradicionales, como no llevar ni celulares ni relojes mientras se está en el set, los actores tuvieron que renunciar a varias otras comodidades tan básicas como poder tomar agua o sentarse.

Los actores Mark Rylance y Barry Keoghan revelaron estos hábitos de Nolan durante el podcast Kernels, en el cual explicaron que el director demanda la total atención y compromiso para sus proyectos, por lo que no permitió ni botellas de agua ni tampoco sillas mientras se grababa la recreación del rescate de Dunkerque.

Para Nolan, dicen los actores, las botellas de agua solo sirven para distraerse, ya que muchos actores las usan para jugar o para emitir sonidos que desconcentran al resto y te sacan de la escena, según piensa en director. Lo de las sillas, en tanto, tiene que ver con que de esa forma los actores tienen que mantenerse en pie y listos para cualquier orden de Nolan en cualquier momento, lo que hace que sea más difícil para los actores salirse del personaje. Los actores debían sentarse en la playa si querían descansar de la misma manera en que los soldados rescatados por la operación Dínamo tenían que hacerlo.

Sobre los teléfonos, fue el propio Nolan que dijo en una entrevista hace algunas semanas, que el piensa que los humanos en realidad no son multitarea, y cuando están escribiendo un mensaje mientras tu les estás hablando en realidad es imposible que te presten atención de manera completa.