Han transcurrido exactos 106 días desde el 2 de julio. Una fecha que prometía ser histórica: el trámite favorable no auguraba nada más que sonrisas, alcohol y abrazos en Plaza Italia. Ese domingo se sumaría al 4 de julio de 2015 y al 26 de junio de 2016. La Generación Dorada volvería a levantar una copa. Y frente al actual Campeón del Mundo. Pero un error completamente inesperado cambió de golpe la historia.
El reloj marcaba 20 minutos cuando Marcelo Díaz, la "aduana" del cuadro nacional, recibió la redonda en área propia, entre los centrales, para iniciar el ataque. Una marca registrada en su juego. Sin embargo, mientras giraba, no vio venir a Timo Werner, quien le robó el esférico y cedió para Lars Stindl, que con el arco desguarnecido marcó el tanto que le dio el título a Alemania. Una jugada que parecía intrascendente se convirtió, sin anestesia, en uno de los recuerdos más tristes del último tiempo.
https://youtu.be/8tiGt8DEmF0
Las lágrimas de "Carepato" tras el partido, y sus declaraciones, responsabilizándose totalmente por la derrota, me recordaron una de los encuentros más emocionantes de Slam Dunk: el que sostuvieron Shohoku y Kainan.
Cuando tan sólo restaban 19 segundos, tras una gran acción personal de Hanamichi Sakuragi, Shohoku quedó a tiro de cañón: 88 contra 90 y, además, contaba con un tiro libre. La jugada desencadenó en un lanzamiento de tres puntos de Mitsui que no entró por muy poco. El pelirrojo, sin embargo, no se rindió y, aprovechando su gran capacidad de salto, capturó el rebote. Todo indicaba que Shohoku lograría, al menos, empatar. Pero Hanamichi, en el momento clave del cotejo, a segundos del final, erró su pase y le entregó el balón a un rival.
https://youtu.be/mmHKjWx12tg
Más allá de la derrota, ambos escenarios guardan ciertas similitudes:
- Generaciones doradas
El conjunto nacional y la preparatoria de Kanagawa contaban con planteles que hicieron historia. En el seleccionado de Pizzi actuó la gran base de jugadores que consiguió las Copas Américas de 2015 y 2016, con Bravo, Medel, Díaz, Aránguiz, Vidal y Sánchez, entre otros. Shohoku, por su parte, logró conformar un equipo altamente competitivo, como nunca antes, con jugadores como Akagi, Mitsui y Miyagi, además de los principiantes Rukawa y Sakuragi.
- Tanto Chile como Shohoku enfrentaban oportunidades históricas
La Roja disputaba por primera vez la final de la Copa Confederaciones, mientras que Shohoku peleaba por un lugar en el Campeonato Nacional.
- Dejaron atrás a grandes rivales
En semifinales, Chile se impuso mediante los lanzamientos penales a Portugal, tras empatar en el tiempo reglamentario sin tantos. El conjunto de Cristiano Ronaldo venía de ganar la Eurocopa. Shohoku, a su vez, clasificó a las finales dejando en el camino a la preparatoria de Shoyo, uno de los cuadros más fuertes de la zona, capitaneado por el crack Kenji Fujima.
- El poderío de los retadores
En la final de la Copa Confederaciones, Chile enfrentó a Alemania, selección que se quedó con la Copa del Mundo de 2014. El cuadro del Profesor Anzai jugó frente al "Rey de los equipos", el Instituto Kainan, campeón 17 años consecutivos en Kanagawa.
- Error y culpa
Tanto Marcelo Díaz como Hanamichi Sakuragi cometieron errores claves en el transcurso de sus compromisos. Asimismo, consumadas las derrotas, asumieron la situación, responsabilizándose completamente. Ambos lloraron amargamente, rompiendo el corazón de los fanáticos. En el caso del pelirrojo, decidió cortar su cabello para "pagar" por su equivocación.