La decisión de establecer a Rey como la nieta del Emperador Palpatine fue una pésima idea, pero sobre la mesa de Star Wars: The Rise of Skjywalker no existieron precisamente mejores opciones. En su afán por conectarlo todo, y dar pie a que la galaxia sea cada vez más pequeña, la actriz Daisy Ridley ahora reveló que existió la posibilidad de conectar a la última jedi como una descendiente de Obi-Wan Kenobi.
En conversación con Josh Gad, quien se hizo cargo del programa de Jimmy Kimmel, la actriz reveló algunos detalles de los planes contemplados a lo largo de toda la trilogía.
“Al comienzo, estuvieron jugando con la idea de una conexión con Obi-Wan. Hubo diferentes versiones y luego realmente fue que ella no era nadie”, explicó Ridley respecto a lo que se estableció para The Force Awakens y luego en The Last Jedi.
“Luego llegó el Episodio 9 y J.J. me propuso la historia y fue como: ‘Oh sí, el abuelo Palpatine’. Y dije: ‘Increíble’. Dos semanas después el estaba como: ‘Oh, no estamos seguros’. Así que eso estuvo cambiando, seguimos filmando y no estaba segura cuál iba a ser la respuesta”, agregó.
Al final, desde Lucasfilm decidieron quedarse con la idea de relacionar a Rey con Palpatine, lo que terminó estableciéndose cuando la producción ya estaba en pleno proceso y tampoco tenían mucho espacio para maniobrar. En aquél entonces ya no era opción la conexión con Obi-Wan, mientras que fue eliminada de la ecuación la propuesta de que Rey fuese una hija de borrachos que la vendieron.
A la larga, todo demuestra que un problema de la trilogía fue la improvisación creativa, pues cada secuela, liderada por nuevos guionistas bajo el yugo de Lucasfilm, fue modificando lo que la anterior propuso. Pero también no es menor que la galaxia de Star Wars tenga que ser tan pequeña.