Antes de que Christopher Nolan se hiciese cargo de Batman, Darren Aronofsky estuvo muy cerca de concretar su propia película de Batman.
El proyecto potencialmente podría haberse titulado Batman: Año Uno, tal como el cómic, pero iba a distanciarse completamente del canon. Por ejemplo, su película incluía una versión afroamericana de Alfred, que trabajaba de mecánico, y un Bruce Wayne que no era un playboy multimillonario.
Además, su idea de convertirse en Batman no tenía ninguna relación con la clásica cueva, ya que Bruce portaría un anillo con las iniciales de su padre, Thomas Wayne. Al golpear rostros de criminales, la W quedaría con una forma de murciélago.
Ahora, en entrevista con el podcast de Empire, Aronofsky aseguró que aunque le encantan las películas de superhéroes, las cosas simplemente no han funcionado para hacer cargo de uno de esos proyectos. Claro, pese a haber estado "realmente muy cerca en algunos de estos".
El director también puntualizó que junto a Frank Miller, escritor del cómic del Año Uno de Batman, trabajaron en un par de guiones, pero fue otra la ruta que el estudio terminó tomando.
"Creo que la versión de Nolan es exactamente lo que quería el estudio. Creo que la mía se sentía mucho más oscura, eso es a lo que estábamos apuntando. Eventualmente logré hacer The Fountain, que era la película que realmente quería hacer. Simplemente elegí hacer eso", explicó.
En definitiva, a la fecha Arnofsky no ha concretado películas de superhéroes, aunque sí ha generado cautivantes y controvertidas obras con sustento religioso como Noah y Mother, además de Black Swan y The Wrestler.