El primer Death Stranding probablemente no es un videojuego para todos, pero de todas formas es una obra maestra. No solo eso, también tiene los argumentos para finalmente defender que un videojuego puede ser arte, ya que el trabajo dirigido por Hideo Kojima da pie a interpretaciones que salen más allá del mero campo de lo programado de forma interactiva.
La secuela, que será conocida como Death Stranding 2: On the Beach, y que por ahora no tiene fecha de lanzamiento para Playstation 5, presentó un nuevo tráiler en el primer evento State of Play del año, tanteando no solo elementos de la historia, sino que también dejando en claro que Kojima no dará pie atrás y buscará expandir todo lo que ya creó de forma exitosa junto a su equipo.
Lo anterior será posible debido a que la historia saldrá de los terrenos de la UCA (United Cities of America), pues bastantes cosas han cambiado desde que Sam Porter Bridges decidió tomar su propio rumbo, junto a la pequeña Lou, al final del videojuego anterior. De hecho, el avance promocional, que captura las cinemáticas del videojuego, deja en claro que ahora deberemos conectar a todo el mundo, partiendo por los terrenos que están más allá de las fronteras del antiguo Estados Unidos. Sí, la historia ahora abordará a locaciones de México.
Pero lo importante es que el mundo no fue salvado, ya que el terror del Death Stranding sigue poniendo en riesgo a la humanidad con sus espectros de alquitrán, e inclusive Sam Porter cargará una pesada mochila pues algo malo sucedió en el intertanto con Lou.
En ese sentido, el tráiler promocional explota con todo a la mitología del videojuego, incluyendo su postura pacifista al centro del debate entre el palo y la soga, pero también trae de regreso a viejos rostros conocidos, deja en claro que el mundo cambió y los países más allá de la UCA no están dispuestos a volver a conectarse entre sí. La humanidad está dividida y el viejo Sam tiene el corazón partido, así que de seguro la reconciliación y los problemas para superar las pérdidas estarán al centro de la historia.
O al menos eso se puede especular a partir del siguiente tráiler que pone toda la carne a la parrilla, pero sin decir mucho concreto. Lo suyo son las meras pistas que tantean lo que está por venir.
Repito, tal como lo establecí en mi reseña original del primer juego, Death Stranding es una obra maestra, frustrante y con decisiones creativas debatibles, pero entrega una experiencia singular que rara vez se ha logrado concretar en un espacio interactivo. La secuela no la tendrá fácil, pero Kojima de seguro no se quedará en sus laureles.