Denuncian los arreglines rancios en Rotten Tomatoes

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Una firma de relaciones públicas logró manipular el sistema de calificación pagando a críticos no reconocidos para mejorar el puntaje de película y, con ello, ayudar a que se concretasen negocios.


Múltiples han sido las críticas contra Rotten Tomatoes, el portal que indexa críticas de cine para crear un sistema que busca definir si una película está “fresca” o “podrida”. De hecho, Martin Scorsese planteó en el pasado que la plataforma era “hostil” para los directores y que su propuesta era “simplemente repugnante”, completamente contraria a la tradición de críticos como Roger Ebert.

Ahora, el portal Vulture publicó un reportaje en el que expone que al menos una firma de relaciones públicas logró manipular los puntajes de Rotten Tomatoes al pagarle a críticos, generalmente autopublicados en plataformas independientes, para mejorar porcentajes de algunas producciones.

Un caso ejemplificado en la denuncia involucra a una película cuya recepción fue mejorada artificialmente y posteriormente se logró su venta para una distribución en Estados Unidos.

Tomates podridos

La investigación apuntó directamente contra Buner 15, una firma contratada para trabajar en la producción independiente “Ophelia”, estrenada en 2018 y protagonizada por Daisy Ridley. Inicialmente la película recibió un puntaje podrido, de un 46%, pero en definitiva se logró un arreglín.

“Mientras que la mayoría de las empresas de relaciones públicas cinematográficas pretenden llamar la atención de los críticos de las principales publicaciones, Bunker 15 adopta un enfoque diferente, reclutando críticos menos conocidos, a menudo autoeditados, que, sin embargo, forman parte del grupo aprobado por Rotten Tomatoes. En otra ruptura con la práctica habitual, dicen varios críticos, Bunker 15 les paga 50 dólares o más por cada reseña”, explican en la investigación.

En esa línea, explican que a un crítico se le pidió cambiar la calificación de su reseña, de negativa a positiva, y se le dijo que si no lo hacía, la firma tenía los medios para lograr que las cosas igual cambiasen.

A la larga, Ophelia subió su recepción hasta un 62% y terminó siendo adquirida por IFC Films para su presentación en cines de Estados Unidos, lo que es solo un ejemplo de lo que Bunker 15 ha hecho durante los últimos 5 años.

Un problema en ese escenario es que la mayor parte de los seguidores de Rotten Tomatoes - incluidos los estudios que dependen de los númeritos para su marketing y venta de entradas - solo se queda con el resumen, con el número final, por lo que la manipulación fácilmente logró el objetivo.

Y en el fondo, el detalle más importante de todo es que los porcentajes de aquél portal solo representan un falso consenso que busca transformar en número a algo que no puede ser cuantificado en número: una crítica. Personalmente, nunca he creído la gente que le pone notas a la películas o series.

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