Una conversación con el Wall Street Journal fue el lugar escogido por Robert Iger, CEO de The Walt Disney Company, para responder a las declaraciones de los directores Martin Scorsese y Francis Ford Coppola sobre las películas de Marvel Studios.

"Bueno, no me molesta. Excepto que me molesta en nombre de las personas que trabajaron en esas películas. No lo tomo como algo personal", dijo el CEO del conglomerado.

Por un lado, Scorsese expresó que las películas del estudio "no son cine", mientras que Coppola las calificó como algo "despreciable".

"En primer lugar, no ven cómo la audiencia reacciona ante ellos. Francis Ford Coppola y Martin Scorsese tienen derecho a sus opiniones, son dos personas que tengo en la más alta estima en cuanto a las películas que han hecho, las películas que me gustan y las películas que todos hemos visto. Pero cuando Francis usa las palabras "esas películas son despreciables", ¿A quién le está hablando?", agregó.

Poniendo sobre la mesa el trabajo del productor Kevin Feige, directores como Taika Waititi y Ryan Coogler o actores como Scarlett Johansson, Chadwick Boseman y Robert Downey Jr, entre otros, Bob Iger simplemente expresó que no entiende las críticas de parte de los dos célebres directores. "No entiendo por qué intentan criticarnos cuando estamos haciendo películas que la gente obviamente disfruta. Porque lo están haciendo por millones", recalcó.

En ese sentido, el ejecutivo aseguró que el éxito de Marvel y otros blockbusters permite que otras películas tengan la posibilidad de llegar a la pantalla grande.

"Y, francamente, el negocio de distribución de películas cinematográficas tiene márgenes relativamente delgados. Y cuando esos cines emiten películas, no solo como las nuestras, a las que les va muy bien y ganan mucho dinero, eso en realidad les da la posibilidad para mostrar otras películas que podrían no ser tan exitosas, pero hay personas en diferentes lugares que quieren verlas", finalizó.

Pero más allá de sus palabras como CEO de una multinacional, toda persona que ha ido a un cine durante el estreno de un gran blockbusters puede constatar que las pantallas se vuelcan en masa a destinarles las salas, dejando a las películas más pequeñas con los peores horarios de funciones. Sí, estas películas le ayudan al negocio, pero también implican un costo para la diversidad. E Iger no se refirió al respecto.