Varios sismos han sacudido a Disney uno tras otro sin que la compañía estadounidense haya salido bien parada. Los problemas, se relacionan a la censura de historias LGBTQIA+ y el apoyo a un controvertido proyecto político tildado de homofóbico.

Recapitulando un poco, la primera polémica en salir al aire fueron las acusaciones que realizaron trabajadores de Pixar asegurando que “casi todos los momentos de afecto abiertamente gay se cortan a instancias de Disney”. Sin embargo, la crítica más fuerte de los funcionarios fue el apoyo financiero de la empresa estadounidense a políticos republicanos que buscan promulgar el proyectoDon’t Say Gay”. Que en términos generales, busca prohibir la discusión de temas como la orientación sexual e identidad de género en escuelas públicas de Florida hasta los cursos de grado primario.

El CEO de Disney, Bob Chapek, fue reprobado por la vacilación y falta de firmeza para condenar este proyecto al afirmar: “Creo que la mejor manera para que nuestra empresa genere un cambio duradero es a través del contenido inspirador que producimos”. Los artistas de Pixar respondieron en una carta: “Incluso si crear contenido LGBTQIA+ fuera la respuesta para arreglar la legislación discriminatoria en el mundo, se nos prohíbe crearlo”.

Muy similarmente, ex empleados del extinto Blue Sky Studios, aseguraron que Disney obligó al estudio a eliminar un beso homosexual en Nimona, película animada con una temática trans que fue cancelada tras el cierre de Blue Sky. Asimismo, se informó que Lightyear había suprimido un beso de una pareja lésbica, pero que finalmente fue restaurado tras los recientes problemas.

Ahora, la cuenta de Disney+ en Instagram emitió un comunicado que declara su compromiso con los empleados y fanáticos de la comunidad LGBTQIA+ y aseguró que se denunciará cualquier legislación que infrinja con los derechos de estas personas.

“Disney+ respalda a nuestros empleados, colegas, familias, narradores y fanáticos LGBTQIA+, y denunciamos enérgicamente toda legislación que infrinja los derechos humanos básicos de las personas en la comunidad LGBTQIA+, especialmente la legislación que ataca y daña a los jóvenes y sus familias. Nos esforzamos por crear un servicio que refleje el mundo en el que vivimos, y nuestra esperanza es ser una fuente de historias inclusivas, empoderadoras y auténticas que nos unan en nuestra humanidad compartida”.

Si bien, la declaración no se refiere explícitamente al proyecto Don´t Say Gay, es clara la referencia a este. De momento, los trabajadores de Disney o su máximo directivo Bob Chapek, no se han pronunciado al respecto o han mostrado algún signo de conciliación entre ellos. No obstante, el mensaje ya es un primer paso.