Las tensiones están comenzando aflorar después de la demanda que Scarlett Johansson entabló contra Disney a raíz del estreno de Black Widow.

Si bien la película consiguió estrenarse en Disney Plus y los cines disponibles el pasado 9 de julio, este jueves se reveló que la actriz detrás de Natasha Romanoff presentó una demanda ante una corte de Los Angeles alegando que The Walt Disney Company incumplió su contrato al estrenar Black Widow mediante su streaming. Todo porque su acuero apuntaba a un estreno exclusivo en cines y además este modelo de lanzamiento mixto habría perjudicado su sueldo vinculado al desempeño de la cinta en taquilla

Pero Disney no está de acuerdo con lo planteado por Johansson y poco después de que se destapara la existencia de esta demanda respondió con un comunicado.

“No hay ningún mérito en esta presentación. La demanda es especialmente triste y angustiosa por su insensible desprecio por los horribles y prolongados efectos globales de la pandemia de COVID-19″, señaló la compañía en el comunicado recogido por The Wrap. “Disney ha cumplido plenamente con el contrato de la Sra. Johansson y, además, el lanzamiento de Black Widow en Disney + con Premier Access ha mejorado significativamente su capacidad para ganar una compensación adicional además de los $20 millones de dólares que ha recibido hasta la fecha”.

Disney no entregó más detalles respecto a la trastienda de la llegada de Black Widow a Disney Plus, por lo que por ahora se desconoce si Johansson renegoció su contrato para incluir en su sueldo algún porcentaje de las ganancias por el desempeño de la cinta en el streaming.

Por otra parte, John Berlinski, el abogado de Johansson, solo se limitó a reafirmar la postura de la actriz acusando que el contexto del Covid-19 solo sería un pretexto de Disney para potenciar a su streaming con títulos como Black Widow.

“No es ningún secreto que Disney está lanzando películas como Black Widow directamente en Disney Plus para aumentar los suscriptores y, por lo tanto, impulsar el precio de las acciones de la compañía, y que se esconde detrás de Covid-19 como pretexto para hacerlo”, dijo Berlinski en una declaración a The Wrap. “Pero ignorar los contratos de los artistas responsables del éxito de sus películas para promover esta estrategia miope viola sus derechos y esperamos demostrarlo en los tribunales. Seguramente este no será el último caso en el que el talento de Hollywood se enfrente a Disney y deje en claro que, independientemente de lo que pretenda la empresa, tiene la obligación legal de cumplir con sus contratos“.

En ese sentido, cabe recalcar que esta no es la primera disputa entre un estudio y una actriz, actor o director en el contexto de los estrenos en medio de la pandemia. Tengan en cuenta que aunque no son demandas, también se reportaron tensiones entre John Krasinski, Emily Blunt y Paramount a raíz del estreno de A Quiet Place- Part 2 en streaming. Todo mientras que Warner Bros no solo tuvo que negociar con Patty Jenkins y Gal Gadot para llevar a Wonder Woman 1984 a HBO Max, sino que ese estudio también generó molestia entre directores como Denis Villeneuve a raíz de su plan para estrenos simultáneos en cines y HBO Max en Estados Unidos.

Pero claro, el caso de Black Widow ya entró en el terreno legal y además, para los fanáticos de Marvel Studios, podría poner una cuota aún mayor de incertidumbre sobre lo que ya era un escenario difícil para el eventual regreso de Natasha Romanoff.