Doomsday Clock reescribió al universo DC

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El más reciente número explicó los cambios realizados por el Doctor Manhattan, renombrando la existencia que gira alrededor de Superman desde su creación.


Tras una larga espera, DC Comics finalmente publicó Doomsday Clock #10, el antepenúltimo número de esta secuela no oficial de Watchmen y que conecta al Doctor Manhattan directamente con el universo de Superman y compañía.

Más que eso, además de incluir nuevas creaciones de la mano del escritor Geoff Johns y el dibujante Gary Frank, este nuevo cómic también redefine a toda la existencia del multiverso de la editorial, poniendo una vez más al centro de la existencia a La Tierra 1. El mundo canónico de las series regulares y que a lo largo de toda su historia ha sufrido diversos reinicios y reinvenciones.

"Soy atraído al mundo de Superman por razones que en ese momento desconozco", dice el Doctor Manhattan durante el más reciente número, que se dedica a explorar todo lo que sucede una vez que deja al mundo de Watchmen, tal como se lo dice a Ozymandias al final de la historia de Alan Moore y Dave Gibbons, y llega a "un mundo menos complicado": La Tierra principal del Multiverso DC.

Spoilers a continuación.

A lo largo del mundo, el Dr. Manhattan explora diversos momentos de la historia, incluyendo 1938, la fecha de publicación de Action Comics #1, la primera aparición de Superman. Pero inevitablemente, la historia explora cómo el canon ha cambiado de la mano de los editores y escritores a cargo de la historia.

Todo se va generando en diferentes puntos del tiempo, con el Doctor Manhattan revisitando el pasado y su propio presente, ya que en el número anterior fue abordado en Marte por los superhéroes del universo DC. Sin embargo, por ahora solo tiene claro que debe tenerlos incapacitados antes de lo que será su confrontación final contra Superman.

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En ese sentido, tal como se ha previsto desde el comienzo, el hombre de acero es la clave de todo. Es la iluminación que contrasta con el mundo de Watchmen del que proviene el Doctor Manhattan, pero también es el principal ejemplo de los cambios de su universo. Al ser el primer superhéroe, al ser la piedra sobre la que todo se sustenta, también ha sido victima a lo largo de la historia de las principales modificaciones.

La Tierra del universo DC es una en la que Superman puede existir, pero también es una en la que ya no existe. El hombre de acero levantó un auto en 1938, como lo retrata la clásica portada de su primer número, pero después el canon lo reinventó posteriormente con el evento de La Crisis en las Tierras Infinitas.

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Es algo que todos los fans del universo DC tienen claro, así como los cambios posteriores que siempre buscaron reinventar su origen y el propio Doctor Manhattan es testigo de esas consecuencias a lo largo de la historia de Doomsday Clock #10.

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Por eso la historia presenta un mundo en el que Sociedad de la Justicia coexiste con Superman en la década de 1940.

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Pero también hay reinvenciones posteriores que provocan que el equipo liderado por Alan Scott conozca al último hijo de Krypton mucho, mucho tiempo después.

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Son cambios que mueven el origen de Superman en el tiempo. La edad de plata. La Crisis en Tierras Infinitas. Birtright. Origen Secreto. Todas historias que reinventaron su origen en décadas posteriores para nosotros como lectores, pero que en este cómic son recuperadas para crear un nuevo sentido a un concepto más grande que el mero multiverso de siempre.

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Como lo explica el Doctor Manhattan en las páginas de este número, los cambios que provocó como parte de Flashpoint, Los Nuevos 52 y la etapa Rebirth le abrieron los ojos sobre lo que es en realidad La Tierra de Superman. Algo fuera del multiverso. Algo que afecta a todo lo demás.

<em>¿Por qué el es el centro de este universo?</em>

<em>Fuerzas como el Anti-Monitor y Extant han sido responsables por los cambios en la línea de tiempo de Superman</em>

<em>Direcciones oscuras parecen apuntar constantemente contra la esperanza que él representa en un esfuerzo por redefinirlo</em>

<em>Crezco curioso. Como otros lo han hecho, me muevo para cambiar este universo para ver cómo se forma alrededor de Superman. Cambio el pasado para desafías al futuro.</em>

<em>Y mientras veo como la realidad se desmorona, me doy cuenta que este universo no es parte del multiverso como otros han creído.</em>

<em>El multiverso reacciona a este universo. Han habido mundos paralelos sin fin. Ninguno. 52. Multiversos oscuros. Todos creados para cambiar a este universo. </em>

<em>Este universo se mantiene aparte del multiverso.</em>

<em>Es un <strong>METAVERSO.</strong></em>

<em>Y está en un constante estado de cambio.</em>

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Los alcances del Metaverso

La historia del cómic establece que el Metaverso pelea de regreso ante los cambios del Doctor Manhattan. Siempre hay algo que busca volver a las bases. Que permite que personajes sacados del canon, como Wally West, vuelvan al ruedo.

Y ese es un poder superior al del propio personaje de Watchmen, que creó a los Nuevos 52 como parte de su experimento. Es el poder de autores como Geoff Johns, que dieron marcha atrás para recuperar "lo que se había perdido".

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Y todo llega a una conclusión final. El Doctor Manhattan es un hombre de inacción. Permitió que El Comediante matara a una mujer en Vietnam y no hizo nada. Dejó que Ozymandias se saliera con la suya. En cambio, su destino, ante la prometida pelea contra Superman, lo llevará a confrontar a un hombre de acción. El protagonista de Action Comics. El cómic que lo comenzó todo.

Las metalecturas, la forma en que pone a Superman al centro, el modo en que terminan explicando a la metaficción de la película en blanco y negro que acompañó a todo este cómic en los números previos y la forma en que redefine a los constantes cambios editoriales de DC Comics le dan un valor que valida nuevamente todo lo que ha hecho Doomsday Clock desde el primer número. Este es un gran cómic y sus dos últimos números prometen concluir lo que ha sido una saga que ha cumplido la promesa que rara vez cumplen estos macroeventos cambia mundo. Ha redefinido a la historia.

Y, más allá de la historia, ver a Gary Frank dándose un gusto reflejando un momento de Superboy y la Legión de Superhéroes, también establece la guinda de la torta de un cómic en donde el arte define al relato, sacándole el jugo a la secuencialidad para recrear una historia que refleja al propio Manhattan y su experiencia viendo el pasado, presente y futuro. Siempre con un final en negro. Algo no determinado. La resolución de su batalla contra el hombre de acero.

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