Extendiendo al máximo el relleno antes del Torneo de Fuerza, el más reciente capítulo de Dragon Ball Super estuvo marcado por los reencuentros, las resurrecciones y los planes de último minuto en contra del universo 7, que es el que pululan Goku y compañía.

En un episodio en el que finalmente comienzan a cumplirse las promesas, desde el hecho de que Goten y Trunks tendrán que proteger la isla de número 17 hasta el hecho de sacar del infierno a Freezer, la serie sigue avanzando muy poco para finalmente entrar en materia. La antesala del punto importante de todo este argumental ha sido extremadamente larga.

Por un lado, el episodio finalmente sumó a número 17 al equipo, lo que trae consigo una serie de momentos incómodos: Krilin encontrándose con su cuñado, 18 viendo a 17 o este último topándose cara a cara con uno de sus antiguos enemigos, Piccolo. Pero nada pasa a mayores considerando que lo que está en juego es la existencia del universo.

En ese sentido, todo el nuevo capítulo estuvo centrado en el proceso de traer de regreso a Freezer, lo que se concreta gracias a la acción de Uranai Baba. Tal como hacía antaño, la vieja bruja traerá de regreso por 24 horas al villano que espera ser revivido una vez que obtengan la victoria. No obstante, hay universos que también tienen su propio plan: asesinar a Freezer, impedir que el universo 7 logre convocar a 10 guerreros y con eso sean descalificados.

La jugada sucia se pone en ejecución justo después del reencuentro en carne y hueso entre Freezer y Goku. Ambos "deslizan" sus puños "de forma accidental", entregando un breve choque de puños que remarca todo el peligro que implica el haber sumado al antiguo emperador al equipo. No obstante, ambos son blancos de una emboscada sorpresa que se desarrollará en el próximo episodio.

En síntesis, Dragon Ball Super sigue estirando el chicle, a la espera de entrar en materia. A este paso, no debería sorprendernos que en el capítulo 100 recién comience el Torneo de Fuerza. A este paso, solo falta que le dediquen un episodio completo al hecho de que obviamente Goten y Trunks tendrán que entrar en acción para proteger la isla de 17.

Quizás el mejor momento del episodio, aunque por razones netamente nostálgicas, está marcado por el maestro Roshi, un personaje que se mantuvo en el olvido durante todo Dragon Ball Z y que finalmente vuelve a sentir en su corazón lo que lo llevó a tomar el camino de las artes marciales. Además, usando a Yajirobe de saco de arena, también da una pequeña muestra de una nueva técnica. En el Torneo de Fuerza, el calvo viejo, que había sido reducido a un mero chiste con problemas de sangre de narices, probablemente tendrá su momento de gloria que justifique su inclusión.

Pero lo importante es que en el próximo episodio, Freezer y Goku tendrán que hacer equipo.

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