Durante este año, la crisis de semiconductores potenciada por la crisis del COVID-19 ha provocado una merma en la producción de diversos equipos tecnológicos, incluyendo a los smartphones y las consolas. La Nintendo Switch no ha sido ajena a esa situación.

Ahora, en el marco de la presentación de sus resultados financieros del último año fiscal, en donde informó que tuvo un año récord en la venta de consolas (con 28.8 millones de unidades entre abril de 2020 y marzo de 2021), la compañía no solo reconoció que fue afectada por la crisis de semiconductores, sino que también por el bloqueo que se produjo en el canal de Suez.

En ese sentido, Shuntaro Furukawa, presidente de Nintendo, recalcó que el bloqueó en el canal de Suez “provocó retrasos en el transporte de productos con destino a Europa y los inventarios de los minoristas sufren escasez en algunos países”.

“En los Estados Unidos, las ventas fueron sólidas en marzo y la oferta de hardware actualmente no está a la altura de la fuerte demanda. En otras regiones, las ventas también están creciendo de manera constante. En cuanto a las ventas de software, existen pequeñas diferencias entre países y regiones, pero en general, las ventas tanto de títulos nuevos como de títulos perennes van bien”, agregó.

Además, en el portal Nintendo Everything explican que el ejecutivo puntualizó que la pandemia provocó caídas y retraso en los envíos realizados fuera de Japón, lo que contribuyó a toda la escasez temporal. La misma que potenció el alza de precios de una consola que, antes de la pandemia, podía encontrarse fácilmente por $200 mil pesos en Chile en locales establecidos. Ahora esa cifra es solo un sueño.