Durante los últimos meses, todo ha ido en picada para Impact Wrestling, la compañía de lucha libre previamente conocida como TNA.
Este lunes, informaron que definitivamente cortaron sus lazos con Jeff Jarrett, el luchador que junto a su padre fundó la TNA en 2004 y que, tras años de ausencia, retornó en los últimos meses para estar a la cabeza de un proyecto que lo llevaría a fusionar su empresa (GFW) con Impact Wrestling, propiedad del consorcio Anthem.
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"Impact Wrestling anunció que ha terminado la relación de negocios con Jeff Jarrett y Global Force Entertainment Inc, efectivo inmediatamente".
Jarrett, quien ya se había alejado de la compañía en septiembre pasado, aseguró a Wrestlezone tras el anuncio que "Anthem está sin dinero". De regreso, la compañía aseguró que los dichos no son precisos y recalcaron que concretarán un tour de seis días en Canadá.
Pero en medio de los reportes del estado de Jarrett, quien nunca firmó el acuerdo para permitir el uso de su Global Force Wrestling, Sports Illustrated había sostenido que Anthem quería salirse del terreno de la lucha libre, a pesar de que ingresó al negocio en enero de este año.
Durante el último calendario, no solo Jarrett volvió a pisar suelo de TNA para supuestamente comandar la nueva etapa, sino que en un momento el cantante Billy Corgan estuvo cerca de comprar la compañía, pero los problemas financieros lo impidieron, dando pie a que Anthem adquiriese un 85% de la empresa.
Asimismo, durante los últimos meses surgió la controversia que involucró a Alberto El Patrón, debido a una investigación doméstica por un altercado con la luchadora Paige, mientras que también se instaló una disputa por el uso de la gimmick "Broken", que bloqueó los planes de los hermanos Hardy, que abandonaron Impact Wrestling para llegar a la WWE. Otros luchadores que abandonaron el buque rumbo a la compañía de Vince McMahon: Mike Bennett, Maria Kanellis y Drew McIntyre.
En definitiva, el problema con Jarrett es la guinda de la torta podrida de esta empresa, que anunció con bombos y platillos que pasaría a llamarse GFW, pero que tuvo que dar marcha atrás a todos los planes que la mantienen completamente descabezada.
Impact Wrestling, una compañía que alguna vez fue vista como la gran alternativa en la lucha libre, finalmente se ha quedado con luchadores de segunda línea, siendo relegada a un cuarto lugar de importancia, por detrás de la WWE, NJPW y ROH.