Meta, el nombre del conglomerado previamente conocido como Facebook, tiene un solo gran objetivo: convertir a su Metaverso en el próximo gran destino de la gente en la red.
Claro que concretar su visión de un mundo virtual en el que las posibilidades comerciales no tengan límites tiene un costo no menor. De hecho, como parte de los recientes resultados financieros, la compañía reveló que su departamento de realidad virtual perdió $2 mil 960 millones de dólares durante el primer trimestre de este año.
Reality Labs, la división encargada de esta tarea de creación de un entorno de realidad virtual, tuvo ingresos por $695 millones de dólares en ese mismo período de tiempo, pero ese monte palidece con el gasto que ha tenido Meta para cumplir el sueño de Mark Zuckerberg.
Para que se hagan de una idea del nivel de gasto que involucra a esta iniciativa del Metaverso, por ahora se estima que la división ha perdido casi $20 mil millones de dólares desde el año 2020. Y hoy por hoy se espera que las pérdidas se sigan acumulando en el corto y mediano plazo.
Pero de todas formas tienen que tener claro que Meta está determinada a gastar el dinero que sea necesario para desarrollar, construir, investigar y publicitar sus negocios relacionados a las gafas de realidad virutal, las aplicaciones y cada estructura que formará parte del Metaverso.
Y los ingresos de las otras grandes aplicaciones de la compañía - Facebook, Instagram y Whatsapp -, que superaron los $20 mil millones de ingresos en el primer trimestre de este año, son utilizados para garantizar ese fin.
Por ahora no les importa mucho que aún estemos lejos de una adopción amplia de la tecnología VR en los hogares y su consumo ni siquiera sea masivo en el ámbito de los videojuegos. No, lo que les importa ser los pioneros de un negocio que realmente aún no existe en las dimensiones que está visualizando Meta.