Tras su victoria en Wrestlemania sobre Goldberg, consiguiendo el Campeonato Universal, como se esperaba, Brock Lesnar desapareció. Es más, el título no se defendió más: tanto en Payback como Extreme Rules, la "Bestia Encarnada" brilló por su ausencia.

Al menos, en el evento extremo, el campeonato máximo de la marca roja se vio -por fin- involucrado en la lucha estelar. Las superestrellas más cotizadas de la división: Seth Rollins, Roman Reigns, Finn Bálor, Bray Wyatt y Samoa Joe se enfrentaron en un combate de cinco esquinas, en el que disputaban una oportunidad por el cinturón de Lesnar. La sorpresa la dio Joe, con su Coquina Clutch, provocando la rendición de Bálor, quien se perfilaba como uno de los favoritos.

La noche siguiente, en Monday Night Raw, el samoano, ex campeón mundial de TNA y NXT, entre otras promociones, hizo de las suyas y atacó a Paul Heyman con su llave de submisión. Un reto inequívoco. "Acá estoy, Brock", parecía decirle. Ante este escenario, se anunció el regreso del campeón para esta noche.

Y por fin se dio. Como suele suceder, la "Bestia Encarnada" salió en compañía de Heyman, quien se hizo cargo de la promo. El ex dueño de ECW indicó, entre otras cosas, que había perdido el respeto por Joe y que jamás podría atrapar a Lesnar en su Coquina Clutch.

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Pero antes de continuar, apareció el flamante retador.

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Y se armó la debacle. Samoa Joe no se amilanó y atacó a Lesnar. Ambos se envolvieron en un duro enfrentamiento que obligó a la salida del gerente general de la marca roja, Kurt Angle, quien solicitó la ayuda de seguridad y del elenco principal de Raw para separar a los luchadores. Sin embargo, el samoano logró conectar una patada a la mandíbula del campeón, perfilándose desde ya como un duro escollo en su primera defensa.

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