Para muchos es imposible olvidar la escena en la que Alan Grant llega al Parque Jurásico y mira con sus propios ojos lo que todos creían imposible: una gigantesca criatura extinta hace millones de años, ahora estaba frente a sus ojos pero también a los de la audiencia, a quienes la magia de Spielberg les hizo creer que los antiguos reyes del mundo había vuelto.

Esa toma del Braquiosaurio se ha vuelto icónica no solo para la filmografía de Spielberg o de la saga Jurassic Park, sino que para todo el mundo del cine. Un legado que al parecer podría haber llegado a su fin de la mano de Jurassic World: Fallen Kingdom ¿La razón? Después de la alerta de spoiler.

Quienes ya vieron la película -o bien, como pudiste descifrarlo de los trailers- la última película del universo iniciado por Jurassic Park contiene la destrucción total de la Isla Nublar, el paradisíaco lugar en donde los dinosaurios cobraban vida. La destrucción de la isla significó el rescate de algunos ejemplares, otros que escaparon por su cuenta pero también la muerte de muchos de ellos, entre esos un braquiosaurio que se ve morir con una isla explotando de fondo.

Algo que para muchos era un guiño a la primera película terminó siendo algo mucho peor, ya que el propio director J.A. Bayona confirmó en una entrevista con Empire que se trata del mismo braquiosaurio que vimos originalmente.

El director explicó que usaron la misma animación que tuvo el original, y que además era su idea terminar con la historia de la isla Nubalr mostrando al mismo dinosaurio con la que la conocimos.

¿Un gran homenaje o un burdo toque de nostalgia? Usted decide.