En 2015, Terminator Génesis pretendía ser la primera entrega de una nueva trilogía de la franquicia, pero los malos resultados de la taquilla, y la caótica producción, terminaron por sepultar esa idea.
Pero los problemas con la película no comenzaron allí. Según recuerda Emilia Clarke, quien interpreto a Sarah Connor en la película, el proceso de producción no fue sencillo.
Consultada por como fue filmar Terminator Génesis en contraste a su experiencia en Solo: A Star Wars Story, la acriz señaló a Vanity Fair que vio como Alan Taylor , un director que ella conocía por su trabajo en Game of Thrones, fue "comido y masticado en Terminator. Él no era el director que recordaba. No lo paso bien, nadie lo paso bien".
Para ilustrar su punto, Clarke recuerda que la noticia de los problemas en la producción se había propagado y que miembros del equipo de Fantastic Four, una película que como recordarán también fue un desastre, "hicieron chaquetas que decían, por lo menos no estamos en Terminator".
La experiencia fue tan mala que Clarke reveló que cuando se enteró que no debía retornar para otras entregas se sintió "aliviada". Sin duda la actriz no es la única con ese sentimiento, ya que muchos fans de la franquicia también se sintieron mejor cuando se enteraron que esa pésima idea no iba a continuar.